TEZOZÓMOC

Crónica mexicana

Hernando de Alvarado Tezozómoc

1598

 

Concepción: Marc Thouvenot (CELIA, CNRS)

Realización: Gabriel Kruell (Doctorado en Estudios Mesoamericanos, UNAM), Marc Thouvenot

 

Introducción

Gabriel Kruell y Marc Thouvenot

 

Para la realización de este diccionario, se utilizó la edición digital (http://www.artehistoria.jcyl.es/cronicas/contextos/11502.htm)  del libro publicado en 1997:

 

Hernando de Alvarado Tezozómoc, Crónica mexicana, edición de Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro, Madrid, Historia 16.

 

Es fundamental el uso de la edición de 1997, porque se trata de la primera edición basada en el manuscrito más antiguo que conocemos de la Crónica mexicana, el número 117 de la Colección de H.P. Kraus de la Biblioteca del Congreso de Washington, poseído en los siglos XVII y XVIII por Carlos de Sigüenza y Góngora y Lorenzo Boturini Benaduci.[1] Todas las ediciones anteriores a la de 1997 establecen el texto de la Crónica mexicana en base a copias de segunda mano de una copia realizada en 1755 por Mariano Fernández de Echeverría y Veytia y considerablemente retocada por este historiador novohispano en lo que concierne a la morfología y a la sintaxis castellana del original.[2]

La obra histórica en castellano del noble tenochca Hernando de Alvarado Tezozómoc, conocida como Crónica mexicana, es el resultado de una traducción y adaptación al castellano de un documento previo en náhuatl, desafortunadamente desaparecido.[3] Es muy probable que Tezozómoc fuera el autor mismo de la obra extraviada en náhuatl, la cual sirvió además como fuente principal para la realización del primer volumen de la Historia de las Indias del fraile dominico Diego Durán, obra terminada en 1581.[4] La abundante presencia de términos en náhuatl en la Crónica mexicana y su sintaxis castellana bastante anómala y diferente a la del español escrito del siglo XVI, nos hablan también de un origen en un texto histórico en náhuatl.

El objetivo del presente diccionario ha sido extraer todas las palabras nahuas que aparecen en el texto castellano de la Crónica mexicana. Eso ha sido posible gracias a la publicación en internet de una versión digital del texto de la Crónica mexicana por parte de los autores de la edición de 1997, Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro. Utilizando el programa Temoa se pudo obtener de manera automática un índice de todas las palabras en náhuatl de la Crónica mexicana y de todos los contextos de aparición. Se obtuvo una lista de palabras en mayúscula y esas palabras aparecen hoy en la columna de “Paleografía” del GDN.

En la columna de “Normalización”, aparece la forma náhuatl normalizada, que sigue los criterios generales de normalización del GDN. Se debe notar que en muchos casos no se necesitó normalizar, lo que indica que Tezozómoc tenía una idea bastante clara de cómo escribir su lengua. Se puede notar, por ejemplo, que mientras gran parte de las fuentes, y en particular Molina, escriben las palabras que empiezan por el sonido /cua/ como qua-, Tezozómoc lo escribe de manera muy sistemática como cua- (hay menos de 10 casos contrarios sobre cerca de 400 recurrencias). Pero tampoco se puede generalizar esa observación. Así, al momento de escribir un topónimo que termina con el sufijo locativo -tlan, se nota una fluctuación. Generalmente lo escribe como –tlan, pero también la misma palabra aparece escrita con -tlam. Es el caso de Tenochtitlan que aparece 290 veces escrito así, 41 veces como Tenochtitlam y 1 vez como Tenochtitla.

Todas esas variantes gráficas se reunieron bajo una sola entrada del diccionario y por cada variante aparecen los diferentes contextos en los cuales se ubica. Así a la palabra Tlatictlan le corresponden los siguientes contextos:

 

TLATICTLAM

Y todos a una alçan una grita, un alarido los suben a los çielos y acometen tan furiosamente que un día todo los bençieron, mataron, desbarataron a los de Ahuilizapan, y otro día a los otros dos o tres pueblos confederados con el mayor, hasta el pueblo que llaman Chichiquilam y Teoyxhuacan y Quimichtlam y Tzactlam y Macuilxochitlam y Tlatictlam y Oçeloapan, finalmente a todas los [39v¾] los pueblos de las costas de la Mar del Oriente de Chalchiuhcueecan, que agora es San Juan de Lúa y la Bera Cruz, hasta llegar a Cuetlaxtlan   (f:039v.) 

 

TLATICTLAN

Començando de Ahuilizapan hasta Teoyxhuacam, Chichiquilam, Quimichtlan, Macuilxochitlan, Tlatictlan, Oçeloapan, comiençan luego a ser perdidos los de Oriçaba y luego los demás, prosiguiendo su alcançe y bitoria hasta llegar a Cuetlaxtlam y lleuarlos hasta la orilla de la Gran Mar de Coçamaloapan   (f:043v.) 

                       

Varias veces aparecen palabras náhuatl con un plural castellanizado. Como por ejemplo huexolotes o coaixtlahuacas. En el primer caso se normalizó la palabra en huexolotl, es decir introduciendo el singular náhuatl de la palabra. En el segundo caso, que es un antropónimo locativo (que como veremos más adelante se señala con la abreviación *AL), la entrada se transformó en el singular del náhuatl, suprimiendo la “s” final y restableciendo el absolutivo (coaixtlahuacatl).

En los casos de los nombres propios, en particular de los nombres de los dioses, se siguió la tradición de escribir juntas palabras que deberían estar separadas si seguimos la morfología del náhuatl, como por ejemplo los nombres de Chalchiuhtlicue y Tezcatlipoca, que se deberían escribir como Chalchihuitl icue y Tezcatl ipoca.

Si Tezozómoc es generalmente bastante sistemático en la escritura del náhuatl, éste no es el caso con la cedilla (“ç”). En efecto esa letra aparece en palabras como: Acahualçinco, Acaçitli, Acoçauhqui. En el primer caso la “ç” corresponde en la normalización a una “tz” (Acahualtzinco), en el segundo a una “c” (Acacitli) y en el último a una “z” (Acozauhqui). Tezozómoc tampoco es muy sistemático con la letra “g”. En una palabra como Xicotengatl la “g” corresponde a una “c”. Mientras que en la palabra Güexoçingo la “g” inicial corresponde a una “h”.

En varios casos, se puede observar una alternancia de la “e” y de la “i”. Así, aparece Camaxtli o Camaxtle, huauhtli o huauhtle. Las palabras que se pueden terminar en –e o en –i se escribieron con la forma en –i. Por ejemplo camaxtle bajo camaxtli, y lo mismo para cuauhnochtli, cuauhxicalli, huauhtli, teonacaztle, totoquihuaztli, xohuilli.

Los animales que se acaban por -li o por -lin como por ejemplo atecocolin o atecocolli se reunieron bajo la forma que aparece con mas frecuencia en el texto de Tezozomoc y tomando también en cuenta como aparece la palabra en los otros diccionarios del GDN.

Se reunieron bajo una sola entrada las palabras que aparecen tanto al singular como en plural: achcauhtin, achcauhtli

Acamapich se reunió con Acamapichtli. El criterio es que se eligió la forma que aparece con mayor frecuencia.

 

En algunas ocasiones Tezozómoc escribe dos veces una misma letra. Así se encuentran “aa” o “ee” o “oo” o “cc”. En los dos primeros casos se puede uno preguntar si se trata de una manera de expresar la longitud vocálica de “a” y “e” por parte del autor. Como es el caso en muchas fuentes, se observa una vacilación fuerte frente a los sonidos /o/ o /u/. Así, Chimalpopoca puede aparecer bajo esa forma, pero con más frecuencias como Chimalpupuca.

La inmensa mayoría de las palabras nahuas extraídas de la Crónica mexicana son sustantivos, mientras hay pocos verbos y partículas, sobre todo en los casos bastante raros en los que Tezozómoc reporta oraciones o expresiones enteras en náhuatl. De los sustantivos gran parte son locativos, nombres personales y nombres de funciones o cargos que asumían algunas personas destacadas en la sociedad mexica anterior a la Conquista. Hemos decidido señalar los topónimos con la sigla *T (470 casos), que aparece en el rubro de la “Traducción”, los antropónimos locativos con la abreviatura *AL (121), los antropónimos gentilicios que no tienen una base locativa con la abreviatura *AG (16), los antropónimos personales con la abreviatura *AP (253), los antropónimos de función con la abreviatura *AF (114) y los antropónimos divinos, o teonimos, con la abreviatura *D (66).

Así, aparecen las siguientes voces en el diccionario náhuatl de Tezozómoc:

 

Acapichtlan *T

Xochitecatl *AL

Mexi→ *AG

Acamapich *AP

Acolnahuatl→ *AF

Camaxtli→ *D

 

Eventualmente, en los casos en los que existe en el texto de Tezozómoc información etimológica o complementar acerca de estos tipos de sustantivos, hemos escogido ponerla después de la abreviatura, como en estos ejemplos:

 

Calpolco→ aposentillo como dezir oratorio *T

Chinampanecatl→ pueblo de las chinampanecas *AL

Tenitlestranjeros de lengua *AG

TecuanehuatlCuero de tigre o león / Pellexo de animal brauo *AP

Mixcoatlailotlac prençipal biexo de la rrepública *AF

Cuauhtlehuanic→ águila bolante *D

 

Las restantes palabras, que no son ni topónimos (*T), ni antropónimos locativos (*AL), ni antropónimos gentilicios (*AG), ni antropónimos personales (*AP), ni antropónimos de función (*AF), ni antropónimos de dioses (*D), se refieren generalmente a una gran variedad de objetos, prácticas y seres de gran importancia en el ámbito de la antigua cultura náhuatl: vestuario, atavíos corporales, armas, uniformes, insignias para la guerra, ofrendas, sacrificios, rituales mortuorios y de entronización de los gobernantes, animales, plantas, comidas, minerales, fechas del sistema calendárico, medidas, constelaciones, colores, etc.

En estos casos, hemos escogido no señalar estos sustantivos con una abreviatura, sino simplemente con la información explicativa en castellano que es posible encontrar en el texto de la Crónica mexicana. Cuando el término náhuatl se repite varias veces en toda la Crónica con varios significados, ponemos una barra (/) entre los varios sentidos que existen para las diferentes ocurrencias de la palabra. En el caso en que el texto castellano de Tezozómoc no parece suficiente para explicar adecuadamente el vocablo náhuatl, hemos introducido entre corchetes ([ ]) una glosa complementaria, que creemos pueda ayudar al lector. Cuando, por otra parte, no hay nada en el texto castellano que revele qué significa la palabra náhuatl, hemos introducido nuestra traducción o clasificación gramatical entre comillas (“ ”), generalmente basadas en otros diccionarios del GDN o, cuando el término en náhuatl no existía en ningún diccionario, no hemos hesitado en poner un punto de interrogación (?) en el lugar de la traducción, dando a entender que simplemente no sabemos qué significa la palabra o tenemos fuertes dudas sobre su significado.

Presentamos aquí algunos ejemplos de los signos diacríticos utilizados:

 

Chayotl→ chayote / género de comida

Teyolocuani [brujo que] comía biuo el coraçón [a la gente] *AF

Michpiltetein “freza de pez”

Aoxacalli tienda, [tipo de]?

 

Para asegurar el uso del diccionario del español al náhuatl se procedió a una modernización del español. Eso permite buscar en el diccionario la palabra mujer y encontrarla aun cuando en la Crónica mexicana está escrita como muger.

En fin, con la realización de este diccionario de Tezozómoc integrado al GDN esperamos poner en las manos de lexicógrafos, estudiosos de la antigua cultura náhuatl y lectores en general un valioso instrumento de consulta y búsqueda.



[1] Gonzalo Díaz Migoyo, “Introducción”, en Hernando de Alvarado Tezozómoc, Crónica mexicana, Madrid, Historia 16, p. 7-32,

[2] La copia de Veytia se conserva bajo el número 207 del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de París.

[3] Robert Barlow, “La Crónica X: versiones coloniales de una historia mexica tenochca”, Revista Mexicana de Estudios Antropológicos, v. 7, 1945, p. 65-87.

[4] Gabriel Kruell, La Crónica X: nuevas perspectivas a partir del problema historiográfico de la Crónica mexicáyotl y su cotejo con la Crónica mexicana, Tesis de Maestría en Estudios Mesoamericanos, México, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, 141 p. En este sentido, el presente diccionario de Tezozómoc representa un complemento importante al diccionario de Durán, realizado por Pilar Máynez; véase su introducción en el GDN: DURÁN, Léxico de la Historia de las Indias de Diego Durán (1570-1581), Pilar Máynez, 2002.