Diccionario de Documentos nahuas de la Ciudad de México

 

 

Introducción: Ma. del Carmen Herrera (DL-INAH)

Registro de datos: Danièle Babout

Elaboración : Ma. del Carmen Herrera (DL-INAH), Sybille de Pury,

Marc Thouvenot (CNRS), Alexis Wimmer

Programación:  Marc Thouvenot (CNRS)

 

Este diccionario se obtuvo de la compilación realizada por los etnohistoriadores y nahuatlatos Luis Reyes García, Eustaquio Celestino Solís, Armando Valencia Ríos, Constantino Medina Lima y Gregorio Guerrero Díaz, bajo el título de Documentos nahuas de la Ciudad de México del siglo XVI (México, Secretaría de Gobernación – Archivo General de la Nación – Ciesas, 1996, 360 pp.). Los documentos en náhuatl van precedidos de una Introducción donde se plantean los motivos y objetivos de la publicación, el proyecto que le dio origen, y se señalan los materiales que tradujeron ahora, por no contar con una versión en español de la época. No es claro por qué hay casi veinte años de distancia entre la fecha de la introducción y la publicación, donde  también se incluye un destacado artículo de Luis Reyes, “El término calpulli en documentos del siglo XVI”  (pp.21-68). En él, el nahuatlato revisa los usos y ausencias de la palabra calpulli en estos textos provenientes de los barrios de Tenochtitlan y Tlatelolco, contrastándolos con los términos chinancalli, tlaxilacalli y tlayacatl, presentes en documentos de otros señoríos nahuas. Este análisis le permite mostrar las incomprensiones que los funcionarios españoles forjaron sobre el concepto calpulli, y las generalizaciones equivocadas que se derivaron de ahí.  En la Ciudad de México, concluye Luis Reyes, tlaxilacalli refería al lugar de residencia, los tlaxilacaleque estaban ligados a funciones educativas, los calpuleque a funciones religiosas y los tequiua a funciones tributarias militares; además de los calpixque, que se encargaban de recolectar el tributo.

El libro consta de una colección de 38 expedientes escritos en náhuatl obtenidos de distintos repositorios. La mayoría son del  Archivo General de la Nación, del ramo de Tierras y dos del ramo Hospital de Jesús; otros proceden de la Colección Ayer y de la Colección Antigua de la Biblioteca Nacional de Antropología, e incluyeron una carta resguardada en la Biblioteca Nacional de Francia.  Se encuentran distintos géneros de documentos: informes de posesión de casas, de tierras, o de camellones; peticiones para venta o solicitudes de tierras; testamentos, donaciones; comunicados, respuestas o levantamiento de demandas; órdenes de presentación de testigos, de venta, de toma de posesión; confirmaciones, avisos y pregones, sentencias, licencias y cartas de venta.  Se trata de un “náhuatl de escribanía”, como lo llama Brígida von Mentz, caracterizado por ser un registro donde se buscó adaptar el náhuatl a las exigencias del género, con fórmulas calcadas del español. No obstante, junto a los formulismos que abren o cierran el texto, o incluso en el cuerpo del documento, se reconocen formas más cotidianas de la lengua.

Para el diccionario se seleccionaron las partes de los expedientes que cuentan con una traducción de los funcionarios de la época, porque nos interesaba recuperar las palabras o expresiones empleadas en el siglo XVI. Por ello no están incluidos los fragmentos que no tienen nombre de traductor en la tabla de la p.20 de la edición mencionada, párrafos que fueron traducidos ya en el siglo XX por los coautores sin indicar quién estuvo a cargo de cada parte. Algunos de los 18 fragmentos que se dejaron fuera son una fracción de un expediente que sí se usó para el diccionario. Por ejemplo, de la disputa de “Diego Yautl contra Gabriel Yautl y María Teuchon... sobre un solar llamado Amanalco. Año 1570” (p.118-127), sólo la sentencia, que corresponde a los primeros 13 párrafos (p.118-119), no tiene traducción contemporánea al litigio, pero como el resto del expediente sí la tiene, se ingresó sin problema al diccionario. La razón que guió esta selección fue suponer que los traductores de oficio eran los bilingües competentes de la época, al menos en la materia de la que trata esta documentación, por lo que fue su conocimiento del náhuatl lo que se quiso recuperar, reproduciendo en forma de cita el léxico que tiene un equivalente español. No obstante, como en ocasiones los funcionarios dan una interpretación del texto, los editores introdujeron entre corchetes sugerencias de traducción, ampliando y  ciñendo a la letra la versión española original, de modo que algunas de estas intervenciones llegaron a introducirse en el diccionario.

Hace ya treinta años se sugirió distinguir el náhuatl clásico, como el empleado en el Códice Florentino,  del náhuatl en su calidad de lengua franca, registrado en la documentación legal requerida por los españoles y producida en los distintos confines del nuevo imperio. Ahora también se busca distinguir la variación de la lengua, no sólo en términos geográficos, sino también sociales, a través de rasgos que se han señalado como característicos de las variedades Alta, presente en Cantares Mexicanos, por ejemplo, y Baja del náhuatl escrito (véase, por ejemplo, Dakin, 1981; Flores Farfán, 2010). Se pueden definir las características del náhuatl usado en esta documentación, en lo general, como un náhuatl central, variedad Alta, por los rasgos que a continuación se enumeran (Canger, 1988:64; Flores F., 2010:201).

Se usa sistemáticamente el aumento del perfecto ō- ; se usa tin para el plural nominal; aparece mochin / mochintin para “todo / todos”; el reflexivo de la primera persona es nino-; el número “tres” varía, encontrándose tanto ey, como yei,  y se usa extensamente el reverencial. Algunos ejemplos de ello se encuentran en un mismo párrafo, como se aprecia en los fragmentos reproducidos aquí:

Ca ye isquich yc namechonnotlatlauhtilia yn tehuatzin tinotecuiotzin yhuan tehuatzin tinoquichtihuatzin omochiuh amatl axcan yeihuitia metztli de julio de 1567 años. Nehuatl nimitznotlazotilia. Doña Maria de Tizocicatzin.

 Esto es lo que os ruego a vos mi madre y señora y a vos mi hermano. Fecha esta carta a tres de julio de 1567. Yo que mucho os ama doña Maria Tizocicatzin.

yhuan mochintin ymixpan omochiuh yn tlaxillacaleque yn tlacpac omotocateneuhque.         

y se hizo en presencia de todos los mandones vecinos e moradores [tlaxilacalleque] arriba nombrados.

ynic ey tlacatl ytoca Elena Agostina. 

y la tercera Elena Augustina

 

A través de una serie de tratamientos informáticos, el contenido de los Documentos nahuas de la Ciudad de México del siglo XVI  se convirtió en la base de datos que emplea el G.D.N., donde se pueden consultar los siguientes campos:

i)    Ortografía normalizada

ii)   Paleografía

iii)  Traducción

iv)   Comentarios

            a) ejemplo con traducción

            b) referencia de localización

 

i) Ortografía normalizada

         En la introducción general del G.D.N. se especifican los criterios empleados, el alcance y el objetivo de la normalización ortográfica automatizada para cada diccionario, por lo que aquí sólo reproducimos la secuencia alfabética con la que se ordena y busca el léxico náhuatl, señalando cada cambio de fonema:

 

ortografía

fonema

ortografía

fonema

ortografía

fonema

 

 

 

 

qu

/ k/

a

/a, a:/

e

/e, e:/

t

/t/

ca

/k/

hu

/w/

tl

/λ/

ce

/s/

i

/i, i:/

to

/t/

ch

/č/

m

/m/

tz

/¢/

ci

/s/

n

/n/

x

/š/

co

/k/

o

/o, o:/

y

/y/

cu

/kw/

p

/p/

z

/s/

 

         Las entradas del diccionario, el lema correspondiente a sus ejemplares textuales, se eligieron de acuerdo a las normas introducidas por Molina, con adaptaciones menores:

         -  Los sustantivos se ingresaron con sufijo absolutivo, a excepción de los que aparecen en forma poseída, como coneuh : ‘hijo de’.

         - Los verbos se introducen en presente, seguidos de los prefijos Sujeto de 1ª persona, y, en caso de haber Objeto, en 3ª persona, o indefinidos. Cuando el Sujeto es impersonal, se señala con el número “3”, que refiere a una 3ª persona obligatoria, como en mani, 3 : ‘estar…’; del mismo modo, si el verbo exige Objeto reflexivo de 3ª persona, se indicó, como en chihua, mo : ‘hacerse…, cumplirse…’.

         - También se introdujeron como lema los nombres relacionales con el prefijo posesivo de 3ª persona, en: ipan, itechcopa, o ica, por mencionar los más frecuentes.

 

ii)   Paleografía

         Para facilitar el contraste entre la paleografía y la escritura normalizada del náhuatl, ésta se encuentra en la primer columna y aquélla en la segunda. Aquí se puede ver la grafía original,  tal como los editores paleografiaron los documentos, aunque eventualmente se utilizan corchetes para restituir letras faltantes, como una [n] final.

         El español de los ejemplos se reprodujo tal como está en la edición de referencia, pero en el campo “Traducción”, el español se escribe con la ortografía actual.

 

iii)  Traducción

         En el artículo lexicográfico se da la traducción al español en forma de cita y en el campo “Comentarios” se ve la traducción textual, porque ahí se reproduce como ejemplo el  texto de origen.

         Para la forma de cita en español, que aparece en el campo “Traducción”,  se debieron tomar una serie de decisiones debido a que en los Documentos nahuas de la Ciudad de México del siglo XVI no siempre se ofrece una equivalencia puntual de cada palabra, sea porque los traductores utilizan un giro que la implica, sea porque simplemente no hay tal. En el primer caso, se introduce el término español entre corchetes, cuando alguno de los autores del diccionario propone una traducción, o incluso se dejan los corchetes vacíos cuando se consideró conveniente señalar que no hay un equivalente léxico puntual. En el segundo caso, cuando no hay traducción textual, puede deberse a que son palabras gramaticales cuyo valor se escribe entre paréntesis (introductoras de modalidades enunciativas como aserción, interrogación, o mandato, o bien, modificadores de distintos tipos). Los paréntesis se usaron también para incorporar información contextual, o cuando alguno de los autores del diccionario pone una traducción literal junto a la empleada en el texto. P. ej. toca : ‘llamado (nombre de)’.

         Como la traducción elegida se deriva del término que aparece en la versión española, en ocasiones el español corresponde a expresiones compuestas en náhuatl, o bien invierte el significado literal, por lo que entre paréntesis se remite a la entrada literal correspondiente. Los siguientes ejemplos muestran la forma textual y las entradas del diccionario en náhuatl y español:

notech monec… “… mis necesidades” à -tech nequi, mo: necesidad de (necesitarse)

imatica… “… con su mano” à -matica : con la mano

nimaco posesión… “… doy posesión” à maco, ni posesion: dar posesión (Pas. de maca)

 

         Las entradas que tienen más de una acepción se distinguen por una diagonal, porque en lugar de un significado genérico virtual, se pusieron todos los sentidos equivalentes a los usos del vocablo náhuatl. En los ejemplos reproducidos a continuación se ven las acepciones, así como el uso de los signos empleados

 

Ortografía

normalizada

Paleografía

Traducción

neltia

neltia, 3

averiguarse / cumplirse

tequi

tequi, nic

beneficiar / colocar / labrar y beneficiar

tlatqui

-tlatqui

bienes de / amparado en casa / el bien de / poseer / ser de / ser propiedad de / tener y poseer [ser propiedad de] / tierra de

 

         Conviene aclarar que el orden de las acepciones es por frecuencia de uso en los Documentos nahuas de la Ciudad de México del siglo XVI, y no tiene ninguna correlación con categorías tales como sentido literal y figurado. Tampoco se redujeron a un solo término los que parecen sinónimos para que el usuario del diccionario decida cuál de las acepciones que usan los traductores del siglo XVI  le permite entender mejor el texto que está traduciendo.

 

iv)   Comentarios

         a) Ejemplo con traducción

         Con pulsar dos veces sobre la línea de la palabra se accede a los detalles que están en la ventana de “Comentarios”, donde se reproducen los contextos en los que se usa el lema y la traducción proporcionada por los traductores contemporáneos a la elaboración de los Documentos nahuas de la Ciudad de México del siglo XVI.

         b) Localización.

         Se da el nombre del documento específico del que se obtuvo el ejemplo, y el número del parágrafo que sirve de contexto al vocablo.

 

CANGER, Una. 1988. Nahuatl Dialectology: A Survey and Some Suggestions”, en IJAL, v.54, n.1, pp.28-72.

DAKIN, Karen. 1981. “The Characteristics of a Nahuatl Lingua Franca”, en Frances Karttunnen, ed., Nahuatl Studies in Memory of Fernando Horcasitas, Austin, Texas Linguistic Forum, pp.55-67.

FLORES FARFÁN, José Antonio. 2010. “Hacia una historia sociolingüística mesoamericana: explorando el náhuatl clásico”, en R. Barriga y P. Martín Butragueño, dirs. Historia sociolingüística de México, 2 v., México, Colmex, v.1, pp.185-205.

VON MENTZ, Brígida. 2008. Cuauhnáhuac 1450-1675. Su historia indígena y documentos en “mexicano”. Cambio y continuidad de una cultura nahua. México, Miguel Ángel Porrúa, 555pp.; más 2 cuadernillos: 28 láms. Códices indígenas del marquesado, 2 láms. Lienzo de TetlamaTeticpac y 1 lám. Mapa de Coatlán.