Doctrina cristiana
muy cumplida, donde se contiene la exposición de todo lo necesario para
doctrina a los indios, y administradles los Santos Sacramentos,
año de 1575 por fray Juan de la Anunciación, editado en la ciudad de México por
Pedro Balli.
Introducción: Isis Zempoalteca Chávez.
Año: 2015.
Durante los primeros años de la evangelización en
América se utilizaron diversas estrategias para la catequización de los indios,
ya utilizadas previas al siglo XVI, en opinión de algunos investigadores, tanto
en España como en el resto de Europa anteriores al descubrimiento del nuevo
mundo. Durante este periodo los Catecismos
o Doctrinas, fueron textos dirigidos
principalmente para la conversión de los indígenas, o bien para el uso y enseñanza
de los propios misioneros; se sabe que estos textos “breves o largos” se usaban
en España y en los demás países europeos desde siglos atrás.
José Sánchez Herrero, resume en
cuatro fases la evolución de estos textos: a) La catequesis y alfabetización en
la Península Ibérica, y especialmente, en Castilla, durante los siglos XV y
XVI; b) La catequesis realizada con los judíos y musulmanes en Castilla durante
el siglo XV, y, especialmente, con posterioridad a 1492; c) La obra catequética
realizada por las Órdenes Religiosas que van a pasar al Nuevo Mundo:
franciscanos, dominicos y agustinos, con anterioridad a su descubrimiento y d)
El siglo XVI hispano, “siglo de los catecismos” o “doctrinas cristianas”.
Partiendo de lo anterior, en la
primera fase de reorganización de la población ante la nueva cultura, que
incluía la idea fundamental de conversión y salvación de las almas de los
indios, se dieron a la tarea los religiosos: franciscanos, dominicos, agustinos
etc, de recurrir a los modos ya utilizados; haciéndolos útiles y prácticos,
aprendiendo y traduciendo simultáneamente al sometimiento político, militar y
social de los pueblos, desde las Antillas hasta el mismo continente. La enseñanza a través de la misma lengua
nativa, trajo consigo el aprendizaje intensivo de la lengua, no solo la oral
(predicación) sino la escrita (traducción), que serviría rápidamente para el
uso y reproducción de los textos necesarios para tal propósito.
Los principales instrumentos de
predicación y enseñanza tanto para el aprendizaje de las letras y de la
escritura, como para la catequesis y educación eran: 1) catecismos y doctrinas
(oraciones, preceptos y verdades esenciales del cristianismo); 2) gramáticas y
vocabularios; 3) confesionarios y sacramentarios; y 4) sermonarios (con
platicas para las fiestas anuales, además de recomendaciones y consejos
valiosos). “Poco a poco estos elementos de educación y enseñanza dejan de ser
meramente prácticos, para convertirse en verdaderos estudios lingüísticos desde
un punto de vista gramatical, léxico y general”. (Actas del II Congreso. La Rábida, 1987, p. 574).[1]
¿Qué es un catecismo o doctrina
cristiana, término que de manera general se utiliza para indicar un escrito
referente a la educación e instrucción de la fe cristiana? El primero se
refiere de manera general a la enseñanza memorística más rudimentaria de las oraciones
como: el Credo, Padre nuestro y Ave María etc; el segundo: “la doctrina
cristiana incluye explicaciones integradas al libro y pueden estar distribuidos
con un sistema interrogativo o explicativo, por la extensión o brevedad y por
razón de sus destinatarios: niños, muchachos o adultos, y también: sacerdotes,
confesores, frailes, misioneros, etc. Recuérdese que quien lo leía y enseñaba
era el clérigo y la mayoría de la población era analfabeta.”[2]
El origen de los catecismos o
doctrinas cristianas es medieval, responde a planteamientos teológicos y se
aplica en la pastoral popular. En el siglo XV estos instrumentos fueron
modificados por las circunstancias históricas de las ideas y las políticas de
la época. Hay que tomar en cuenta que al “principio” de la aparición del
catecismo como instrumento de pastoral el objetivo era transmitir la doctrina a
los nacidos en el contexto ya cristianizado; pero para la época del siglo XVI
ya había habido la experiencia de aunar a los catecismos, vocabularios y gramáticas
cuando se dio el caso de enseñar la doctrina a los pueblos que no hablaban el
idioma de los evangelizadores. Fue ese el problema que hubo en la transmisión
del evangelio en América, pero “existía la experiencia de alfabetización de
Castilla, y la catequización de los musulmanes en los siglos XV y XVI”.[3]
Es por ello, que referirse al
contenido de los catecismos o doctrinas, en la mayoría de las ocasiones se
tiende a hacerlo de forma genérica, significando que cada uno, a reserva del
autor, son parecidos en su contenido, pero en su explicación y estructura no;
el primero se distingue por ser concreto, memorístico y basado en preguntas y
respuestas sobre temas concretos de la fe, dirigida casi siempre a los fieles;
y el segundo aunque contiene lo anterior, se basa en explicaciones compleja y
extensa de los mismos puntos; haciéndose la distinción en doctrinas largas o
breves, las primeras dirigidas a los sacerdotes, párrocos y estudiantes; las
segundas se aplican a los conversos que han “comprendido” la fe.
Fray Juan de la Anunciación
(1514-1594). Nació en la ciudad de Granada, Andalucía, pasando a la de México,
donde alrededor de 1554 tomó el hábito religioso de la orden de San Agustín,
recién fundada la provincia del Santísimo Nombre de Jesús, en la que destacó
por su celo en la conversión e instrucción de los indios. Gobernó con prudencia
y sabiduría los conventos de Puebla y México, llegando a ser definidor de su
orden en dos ocasiones. Cuando fue rector del Colegio de San Pablo de México
fomentó el estudio de las ciencias. Escribió: Doctrina cristiana […] compuesta
en mexicano y castellano, impresa en México en 1575; Sermonario en lengua Mexicana, impresa en 1577, año en que también
se imprimió su Catecismo en lengua
mexicana y española.
El contenido del libro se divide en
dos partes: la primera, que en forma de diálogo, aborda el misterio de la
Santísima Trinidad y su manifestación en su manifestación en tres Personas
distintas. La segunda parte contiene un breve confesionario, que como refiere,
es una propuesta a los nuevos ministros para administrar el santo sacramento de
la penitencia mediante preguntas de análisis sobre los diez mandamientos, que
permitan al penitente tener cabal conciencia de su buen cumplimiento. El
impreso está dirigido para la utilidad de los naturales, españoles y ministros
de la doctrina (predicadores y confesores), el que fue escrito en castellano y “ajustado”
a la lengua mexicana.
Tabla de corrección de los folios cambiados y números
faltantes.
Fol. 1 al 132 |
Correctos |
Fol. 251 |
Correcto |
Fol. 133 |
Cambio por Fol. 136 |
Fol. 252 |
Correcto |
Fol. 134 |
Correcto |
Fol. 253 |
Cambio por Fol. 252 |
Fol. 135 |
Correcto |
Fol. 254 |
Correcto |
Fol. 136 |
Cambio por Fol. 138 |
Fol. 255 |
Repetido |
Fol. 138 |
Correcto |
Fol. 255 |
Cambio por Fol. 257 |
Fol. 139 - Fol. 160 |
Correcto |
Fol. 256 |
Cambio por Fol. 266 |
Fol. 161 |
Faltante |
Fol. 257 |
Cambio por Fol. 267 |
Fol. 162 - Fol. 164 |
Correcto |
Fol. 258 |
Cambio por Fol. 268 |
Fol. 165 |
Cambio por Fol. 163 |
Fol. 259 |
Correcto |
Fol. 165 |
repetido |
Fol. 260 |
Correcto |
Fol. 166 a Fol. 171 |
Correcto |
Fol. 261 - Fol. 270 |
Correcto |
Fol. 172 |
Cambio por Fol. 182 |
Fol. 270 |
Repetido |
Fol. 172 |
Repetido |
Fol. 271 - Fol. 275 |
Correcto |
Fol. 173 -
Fol. 247 |
Correcto |
Fol. 276 |
Falta |
Fol. 248 |
Falta |
Fol. 277 |
Tabla |
Fol. 249 |
Correcto |
Fol. 278 - Fol. 286 |
|
Fol. 250 |
Correcto |
|
|
Es necesario aclarar, por último, que
la transcripción se hizo bajo las normas de las Ediciones Sup-infor, que tiene
como finalidad fundamental el conocimiento lingüístico de las lenguas
amerindias, particularmente de los vestigios impresos de la lengua nahua.
Importante señalar que, como base del siguiente trabajo se empleo la edición de
Doctrina cristiana muy cumplida, que
forman parte del acervo de la Biblioteca John Carter Brown, de Providence,
Estados Unidos de América en formato pdf para la web. Se respetaron los
caracteres tipográficos y separación de sílabas y palabras del autor, así mismo
se colocaron todos los acentos: agudos, graves y circunflejos utilizados. En el
caso de los tipos no usados en la actualidad para la señalización de las
silabas abreviadas, en las que se colocaron delante de cada una de ellas, como
ejemplo de q^ para designar “que” o d^ en el caso de “de” u otros. Así mismo se
colocaron en dos columnas los textos: tanto la versión castellana como su
correspondiente traducción en el caso de no existir en la edición original,
para la mejor comprensión y correlación.
[1] Georges L. Bastin y Laura Pérez Arreaza, Histal. Las traducciones franciscanas en Venezuela: entre la práctica y la teoría. Université de Montréal, Canada. sin numero de pagina.
[2] Tesis de Araceli Aguirre Aguirre. UNAM, 2005, El suplemento de la doctrina cristiana mas cierta y verdaderos … (1546) de Fray Juan de Zumárraga, reformas franciscanas hispanas, devotio moderna, y philosofia christi en la evangelización de México. pp. 33
[3] Ibid. Pp. 33-36