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Catecismo Mexicano, que contiene toda la Doctrina Christiana con todas sus Declaraciones: en que el Ministro de Almas hallarà, lo que á estas debe enseñar: y estas hallarán lo que, para salvarse, deben saber, creer, y observar.

Dispusolo primeramente en Castellano el Padre Geronymo de Ripalda de la Compañia de Jesus.

Y despues para la comun utilidad de los Indios; y especialmente para alguna ayuda de sus zelosos Ministros, clara, genuina, y literalmente lo traduxo del Castellano, en el puro, y propio Idioma Mexicano.

El Padre Ignacio de Paredes de la misma Compañia de Jesus.

 

 

Transcripción e introducción: Isis Zempoalteca Chávez

Año 2012

 

Entre la relación de importantes obras religiosas traducidas al idioma náhuatl, se halla la que a continuación se presenta, conocida coloquialmente como el Catecismo de Ripalda  del jesuita Ignacio de Paredes.

 

Fray Gerónimo (Hieronymo) Martínez de Ripalda de la Compañía de Jesús, nació en Teruel (reino de Aragón) en el año de 1535, se tiene registro que ingresó a temprana edad a la Compañía de Jesús donde se destacó aún siendo novicio (a cargo del P. Juan Suarez rector de la Casa Profesa de Valladolid), posteriormente desempeñó importantes deberes a lo largo de su vida religiosa. En la Compañía, “tuvo a su cargo las cátedras de filosofía y teología y fue rector de la Universidad de Salamanca, se distinguió como orador sagrado” y siendo rector del Colegio de Villagracia fue encarcelado por la Inquisición en 1587 junto a otros padres de la orden por acusaciones heréticas y “apostatado de nuestra fe católica” pero absuelto al poco tiempo [...]. Murió en Toledo en ese mismo año (de 1618) a los 82 años de edad, sin que haya podido imaginar la gran difusión que tendría su catecismo más allá de los mares y a través de los tiempos.[1]

 

Miembro de la orden jesuita célebre por la redacción de su Doctrina Christina y exposición breve de la Doctrina Cristiana en el año de 1591, de la cual se derivaron hasta la actualidad cientos de ediciones en diversos países tanto en castellano como en otros idiomas, ejemplos son las versiones hasta hoy conocidas y registradas[2] en: vasco, catalán, italiano, portugués y francés, además en diversos idiomas americanos y filipinos entre los que se encuentran: zapoteco nexitza (Oaxaca), mixteco (Puebla-Oaxaca-Guerrero), lengua bisaya (Manila), amezquita, yucateco (Yucatán), gaddan (Manila), castellano-chamorro (Islas Marias), Tambobong. […], castellano-aymará (La Paz), tarasco (Michoacán), náhuatl (México central), entre otros. Por lo que a más de 400 años se ha seguido reeditando tan valioso libro para la instrucción de la fe católica en diversos países conquistados por la hueste cristiana hispana y posterior a la independencia de ella.

 

De las numerosas versiones que probablemente se habrán redactado en lengua mexicana durante la época colonial y posterior a ella y que se conservan hasta la actualidad se conocen dos traducciones completas al náhuatl del Catecismo de Ripalda en el área central de México, la primera redactada por P. Ignacio Paredes y la segunda por Miguel Trinidad Palma y un fragmento de 10 páginas de autor anónimo[3].

 

La primera traducción realizada en el año de 1758 bajo el auspicio de la Imprenta de la Biblioteca de Mexicana de la ciudad de México (para esta transcripción se utilizó un ejemplar del acervo de la Biblioteca Palafoxiana, de la ciudad de Puebla) fue del Padre Ignacio de Paredes. Importante representante de la Compañía de Jesús en el siglo XVIII, nacido en la actual ciudad de Libres (antigua población de San Juan de los Llanos) Puebla el 20 de enero de 1703 “y cuando contaba con diecinueve años de edad se hizo jesuita. Llegó a sobresalir en el conocimiento y enseñanza del idioma mexicano, por lo cual, y por su celo en favor de los indios, fue uno de sus más útiles ministros en el Colegio de San Gregorio en México”[4]. Fue rector del Colegio de San Andrés de la ciudad de México y como ya se mencionó enseñó en el Colegio de San Gregorio de 1751 hasta su muerte en 1762. Además del Catecismo Mexicano de Jerónimo Ripalda del año anteriormente citado[5], en su nutrida bibliografía se encuentran los siguientes títulos: Nican motenehua in quenami. Motempohuaz in Santissimo Rosario, año de 1758;[6]  Promptuario Manual Mexicano[7] año de 1759;[8] Compendio del Arte de la Lengua Mexicana del P. Horacio Carochi, dispuesto con brevedad, claridad y propiedad por el P. Ignacio de Paredes año de 1759;[9] Pláticas Mexicanas. Inic etlamantli Temachtilli in itechpa in Itoca ihuan in imachiyo in Christianotlacatl.[10] Además de algunos textos utilizados en el Seminario de Guadalajara realizado por el P. Agustin de la Rosa[11] en la segunda mitad del siglo XIX, entre los que destacan: “Análisis de la oración dominical en mexicano y de la plática mexicana del padre jesuita Ignacio Paredes sobre los misterios de la Encarnación del Verbo Divino” (1870-1880); Análisis de la plática mexicana del P. jesuita Ignacio Paredes sobre la vida, pasión y muerte de nuestro padre Jesucristo” (1871); “Análisis del ´salve´ en mexicano y de la plática mexicana del p. jesuita Ignacio Paredes en la que explica quien es Dios (1871),[12] entre otros.

 

La Doctrina Cristiana, también denominada Catecismo de la Doctrina Cristiana, redactada por Gerónimo de Ripalda se refiere al libro dirigido a la impartición de la catequesis, de ahí el nombre común con el que se le conoce “Catecismo del padre Ripalda”. María Adelina Arredondo López lo define basándose en el principio del concepto general para definir al: “catecismo, proviene del latín catechismus, que significa instruir, que a su vez proviene del griego kateechismo, que puede traducirse como compendio sobre alguna rama del conocimiento y de katecheo, que de manera más especifica significa instruir a través de un sistema de preguntas y respuestas. En su acepción castellana se aplica a un texto que en forma de preguntas y respuestas contiene la exposición sucinta sobre algún tema. Su presentación en forma de diálogo entre el maestro y el alumno facilitaba la enseñanza y el aprendizaje. Su origen deriva del método utilizado por los primeros cristianos para adoctrinar a los aspirantes a la nueva religión, a quienes llamaban catecúmenos, que a través del sistema de catecismo difundían los principios de la nueva religión en pequeños grupos. Luego se fueron copiando los rudimentos de la doctrina en pequeños legajos, para transmitirse a distancia y en el tiempo. Estos escritos fueron desarrollándose conforme fue progresando el cristianismo, y una vez consolidado como religión dominante en Europa se fue diluyendo su uso.[13]

 

Pero ¿qué significa catecismo?, según la definición más corta y acertada se dice que el “Catecismo es un género literario didáctico en forma de manual de instrucción cristiana, preparada a base de preguntas y respuestas. Su aparición es tardía, ya que se remonta hacia los siglos XV y XVI”[14], lo que vendría a relacionarse con cuatro acontecimientos relevantes: la creación de la imprenta, la Reforma y la Contrareforma, aunado a la conquista de nuevos pueblos “carentes” de las enseñanzas cristianas que consistirían el suelo fértil para el uso, reproducción y traducción de este género tan socorrido.

 

Parafraseando a la doctora Arredondo López, investigadora del UPN del estado de Morelos, en su texto El Catecismo de Ripalda, establece que éste se divide en tres partes. “La primera está integrada por una especie de anexos para consulta. La segunda parte por las oraciones básicas y los principios doctrinarios y la tercera constituye el catecismo propiamente dicho, es decir el conjunto de preguntas y respuestas que tiene por objeto la presentación de las oraciones y bases de la doctrina de una manera didáctica”.[15] Concluyendo sobre el contexto que influyó en la redacción del libro, el “Concilio de Trento sirvió de base al jesuita Ripalda para elaborar su catecismo, dirigido especialmente a la infancia, con el propósito de ser utilizado a través de un adoctrinamiento sistemático más factible en las instituciones escolares. De España se distribuyó a las colonias”. Y de su época sobrevivió y traspasó el tiempo hasta épocas recientes.

 

La versión realizada por el P. Paredes se integra de la siguiente manera, divida en 5 partes que a su vez están divididas en temas o actos. La primera parte corresponde a las licencias y permisos necesarios y otorgados para su publicación de las autoridades autorizadas en el tema; la segunda lo compone el prólogo del autor que “exhorta, y se persuade à los Indios, à que lean, y aprendan este Catecismo Mexicano”; la tercera: acerca de las fiestas de guardar, los ayunos y un calendario de los santos a lo largo del año; la cuarta parte: la doctrina cristiana formada por: el Padre Nuestro, el Ave María, el Credo, La Salve, Los Mandamientos de la Ley de Dios, los Mandamientos de la Santa Iglesia, los Santos Sacramentos, Los Artículos, Las Obras de Misericordia, Los Pecados Capitales, Las siete virtudes contrarias a los siete vicios, Los Enemigos del Alma, Las Virtudes Teologales y Cardinales, Las Potencias del Alma, los Sentidos Corporales, Los Dones del Espíritu Santo, Los Frutos del Espíritu Sangto, Las ocho Bienaventuranzas, Los Dotes de Gloria, Las cosas con que se perdona el Pecado Venial, Los Novisimos, La Confesión General, del nombre y señal del cristiano, La declaración del Credo, la declaración de los Artículos, la declaración del Padre Nuestro, la declaración del Ave María, y La Salve, la declaración de los Mandamientos de la Ley de Dios, la declaración de los Mandamientos de la Santa Iglesia, la declaración de los Sacramentos, la declaración de las Obras de Misericordia, la declaración de los Enemigos del Alma, la declaración del pecado original, venial, y mortal, la declaración de las Virtudes Teologales, la declaración de las Potencias del Alma, la declaración de los Sentidos Corporales, la declaración de los Dones del Espíritu Santo, del examen de la conciencia y devociones al acostarse, y levantarse, sobre el Acto de Contrición, modo de ayudar a misa, letanías de Nuestra Señora, salutación a Nuestra Señora a los tres toques de la campana, varias devociones, oración al Santo Sudario; y quinta parte, como anexo una Doctrina Pequeña redactada por el P. Bartolomé Castaño y al parecer traducida por el mismo Paredes, que contiene los siguientes temas: sobre la preparación para antes de la comunión, modo de bautizar en caso de necesidad y el Bendito.

 

En esta edición se publican la primera parte y las siguientes en documentos separados: La Introducción en español bajo el título de CATECISMO_MEXICANO_PAREDES_Intro.rtf y el texto náhuatl con el titulo de CATECISMO_MEXICANO_PAREDES.rtf. En medio de la primera parte en español se encuentran algunas líneas escritas en náhuatl. Esas frases se integraron también al inicio del texto en náhuatl.

 



[1] http://biblioweb.tic.unam.mx/diccionario/htm/articulos/sec_1.htm

[2] Palau y Dulcet, Antonio. Manual del Librero Hispanoamericano. Bibliografía General Española e Hispanoamericana desde la invención de la imprenta hasta nuestro tiempo con valor comercial de los impresos de scritos. Segunda edición,  Barcelona: Librería Palau, 1965. 28v.

[3] Propiedad del profesor en lengua náhuatl, Ricardo Ramirez Xochitemol de la comunidad de San Miguel Xaltipa del municipio de Contla de Juan Cuamatzi, Tlaxcala, y que pudo ser consultada por la amabilidad que lo caracteriza, consta de un fragmento de 10 páginas en fotocopias, las cuales forman parte de un texto relativo a la enseñanza del idioma. La fotocopia muestra el gran deterioro del libro y se cree sea la razón por la que no conservaba la portada o contraportada con los datos referentes al autor o dato relativo al mismo. El librillo se integra de 32 paginas, divido en tres apartados: sobre la gramática de la lengua, el segundo la traducción del Catecismo y la tercera una serie de ejercicios cortos para “leer de corrido”. Aunque se carecen datos de su edición es posible situarlo por la tipografia y uso de caracteres, alrededor de fines del siglo XIX o principios del XX.

[4] Cordero y T. Enrique. Diccionario Biográfico de Puebla. Vol. 2. México: Centro de Estudios Históricos de Puebla, A. C. p. 516

[5] Biblioteca Palafoxiana. # 16989 FR. PAFX BV1534.2 R5. Catecismo mexicano, que contiene toda la doctrina christiana con todas sus declaraciones: en que el Ministro de almas hallará, lo que á estas debe enseña: y estas hallarán lo que, para salvarse deben saber, creer y observar. Dispusolo primeramente en castellano el padre Gerónimo de Ripalda de la Compañía de Jesus. Y despues para el comun utilidad de los indios; y especialmente para alguna ayuda de sus zelosos ministros, clara, genuina, y literalmente la traduxo del castellano, en el puro y propio idioma mexicano. El padre Ignacio de Paredes de la misma Compañía de Jesus y le añadió la Doctrina pequeña con otras cosas, a todos utilissimas, para la vida del christiano, que se hallarán en el índice, que está al fin de esta obra. México: Imprenta de la Biblioteca Mexicana, 1758, 170 p.

[6] (folleto explicativo de los ministerios del Santísimo Rosario está dedicado a la cofradía del pueblo de S. Bartolomé de Tequiziztlan. El Librito esta en mexicano y trata de los quince misterios del rosario según se rezan los diferentes días de la semana) México, en la Imprenta de la Real y más Antiguo Colegio de San Ildefonso, 1758, 16 p. en: León Portilla, Ascensión H. de. Tepuztlahcuilolli, impresos en náhuatl. Historia y Bibliografia. Tomo II. México: UNAM, 1988,  p. 301.

[7] Nota importante, en el referido texto denominado Promptuario […] fray Ignacio de Paredes, realiza una serie de reflexiones a lo largo del mismo, refiriendo puntualmente a pasajes del Catecismo como punto de explicación para algunas de sus disertaciones religiosas.

[8] (Contiene cincuenta y dos pláticas en mexicano sobre temas religiosos, una para cada domingo del año. Al final incluye un Sermón sobre la Virgen de Guadalupe en el que se refiere la historia de su aparición. Interesante es el enfoque de estas pláticas destinadas a la conversión de las almas) México: Imprenta de la Biblioteca Mexicana, 1759, 23 hojas preliminares mas 180 p. en: Op. Cit. León Portilla, Ascensión H. de. p. 301

[9] (Resumen conciso de lo más sobresaliente expuesto por Carochi), México: Imprenta de la Biblioteca Mexicana, 1759, 12 hojas preliminares mas 202 p. Ibid.

[10] (Sin pie de imprenta, año ni paginación. Por la letra se puede fecha en el fechar en el siglo XIX, tercera plática acerca de los que significa el nombre y el modelo del hombre cristiano). Ibid.

[11] http://archive.org/details/analisisgramatic00rosa

[12] Barbara Cifuentes. Lenguas para un pasado, huellas de una nación. Los estudios sobre lenguas indígenas de México en el siglo XIX. México: INAH, 2002, p. 67

[13] http://biblioweb.tic.unam.mx/diccionario/htm/articulos/sec_1.htm

[14] Santidrian, Pedro R. Diccionario breve de pensadores cristianos. Navarra: Editorial Verbo Divino, 1991, p 105.

[15] Idem.

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CATECISMO MEXICANO,

Que contiene toda la Doctrina Christiana con todas sus Declaraciones: en que el Ministro de Almas hallarà, lo que á estas debe enseñar: y estas hallarán lo que, para salvarse, deben saber, creer, y observar.

Dispusolo primeramente en Castellano

EL PADRE GERONYMO DE RIPALDA

de la Compañia de JESUS.

Y despues para la comun utilidad de los Indios; y especialmente para alguna ayuda de sus zelosos Ministros, clara, genuina, y literalmente lo traduxo del Castellano, en el puro, y propio Idioma Mexicano

EL PADRE IGNACIO DE PAREDES

de la misma Compañia de Jesus.

Y le añadiò la Doctrina pequeña con otras cosas, à todos utilissimas, para la vida del Christiano, que se hallarán en el Indice, que está al fin de esta Obra. Y el mismo, no menos afectuoso, que reverente, y rendido, lo dedica

AL ILMÔ SEÑOR

D. D. MANUEL JOSEPH

RUBIO, Y SALINAS,

 

 

Dignissimo Arzobispo de esta Diecesi de Mexico, del Consejo de su Magestad, &c.

Con las licencias necessarias, y permisso de la Congregacion de la Anunciata de S. Pedro, y S. Pablo, en Mexico, en la Imprenta de la Bibliotheca Mexicana, enfrente de San Augustin.  Año de 1758

 


 

 

Qui ad justitiam erudiunt multos, fulgebunt quasi stellæ in perpetuas æternitates. Dan. 13. V. 3.

Los que enseñan, ê ínstruyen á otros para la Justicia, Virtud, y Santidad, resplandeceràn, como estrellas del firmamento, en perpetuas eternidades.

Ite Angeli veloces ad gentem convulsam, & dilaceratam: ad gentem expectantem, & conculcatam.

Isaí. 18. V. 2.

O Legados de Dios, Ministros Evangelicos, como ligeros Angeles id con presteza á alumbrar con la Fè de Christo, á aquella pobre Gente apartada de ella, de todos despedazada, y hollada; y que con ansia espera para su salvacion, vuestro socorro


 

 

CHRISTIANOYOTL[1]

MEXICANEMACHTILONI,

In itech onactica, ihuan ontzauctica in Imelahualoca, ihuan in Icaquiztica in izquitlamantli nepapan Teotlatolli, ihuan Teotemachtilli; in cemixquich in Teotlaneltocani, in Christianô Tlacatl ca huel inahuatil, huei imamal, inic cacicamatiz, quichicahuacaneltocaz, ihuan quitequipanoz, inic momaquixtiz.

Auh yehuatlin Temachtilli oquimachtopateopanili Caxtillancopa in Toteopixcatatzin, Yêhuatzin

PADRE GERONYMO DE RIPALDA

de la Compañia de Jesus.

Auh quinçatepan in itech oquimocopinili, ihuan macehualcopa, Mexîcatlatolcopa, oquimocuepili in Toteopixcatatzin, Yéhuatzin

PADRE IGNACIO DE PAREDES,

de la Compañia de Jesus.

Auh çanyeno nican îculiuhtoc in Tepiton Teotlâtolli, ihuan in oc izquitlamantli quallachihualli, in itech huel onmonequi in iyecnemiliz in Christiano.

Auh çanno yehuatzin huei tetlaçotlaliztica, Temahuiztililiztica, ihuan nepechtequiliztica, quimohuemmanililia in Cenquizcamahuiztililoni, Cenquizcaixtililoni, in huei Teopixcatepachôcatzintli, Yéhuatzin in Mahuiztic Tlátoani,

D. D. MANUEL JOSEPH RUBIO, Y SALINAS,

Teoyotica Ichcapixcatzintli, çaçenca huel Tlacnopilhuiani Arzobispo, in iz Tlâtocayopan, itocayocan Mexîco, moteyacanilia; ihuan ҫanyenoyuhqui in itech ommopohuitia in Tlatocanenônotzaloyan, in ompa Castillan mantimani, &c.

 

 

 

In nican Mexico omotepuzîcuilo in Tepuztlâcuiloloyan, in Ixpan S. Agustin mantimani, ipan inin, in tichualtoca, Xihuitl 1758.


 

 

AL ILMÔ SEÑOR

D. D. MANUEL JOSEPH

RUBIO, Y SALINAS,

Dignissimo Arzobispo de esta Diecesi de Mexico, del Consejo de su Magestad, &c.

ILMÔ SEÑOR:

Poco tiene que trabajar, para buscar razones, el discurso: nada tiene que ponderar, ô contrapesar motivos, para deliberar, el arbitrio, quando es en todo necessaria la eleccion. Ofrezco, Señor, con el debido rendimiento, y cordial afecto, en nombre de todo este Gregoriano Colegio, á V. S. Ilmà este Mexicano Libro; tan pequeño, que ni aùn el nombre de Libro merece; pero por su materia á la verdad tan precioso, que puede V. S. Ilmà colocarlo, ò como el diamante


 

mas fino, en su pastoral anillo; ò como el pectoral mas glorioso, sobre su noble pecho, ò finalmente, como corona de oro de su magestuosa Mitra, imitando V. S. Ilmà en esto, ó al primero Pontifice, y Sumo Sacerdote Aaròn, quien aprendió del mismo Dios á añadir con reales coronas á su Sacerdotal Mitra nuevo esplendor: [al margén izquierdo: Ex. 39 V. 27 y Eccli. 45. 14] Fecerunt … mitras cum coronulis suis exbysso … Coronam auream super mitram ejus: ô al Santo Job, cuyo mas vivo deseo fue, el ceñir à su cabeza la corona de un Libro: [al margén izquierdo: Job. 31. 36] Librum seribat ipse, qui judicat: ut in humero meo portem illum, & circumdem illum, quasi coronam, mihí. Pero esta eleccion en la dignissima persona de V. S. Ilmà es tan necessaria, è indispensable, que en ella, ni tuvo que afanar la razon, ni que deliberar la voluntad; dichosa en esta ocasion à la verdad: porque la necessidad, que tuvo, para elegir, le quitó la contingencia de errar.

Quien por ventura viere esto con algunos visos de lisonja, escuche atento la verdadera, ê irrefragable razon,


 

en que se funda, que por boca del mismo Dios tiene mucho de Racional; y que toda se funda en este Racional. Disponiendo y trazando por sì mismo este Señor las sagradas vestiduras, que avia de vestir el primer Pontifice, y Sumo Sacerdote Aaròn, llegando â la mas sacrosanta, que el mismo Dios llamò, Racional, mandó á Moyses, que escribiera, y al vivo en él espressara estas dos sacratissimas palabras, [al margén derecho: Exod. 28. 30.] Doctrina, y Verdad: Pones autê in Racionali judicij Doctrinam, & Veritatem … Aptauit Rationali, in quo erat Doctrina, & Veritas. Y son las que llamò el Hebreo, [al margén derecho: Lev. 8. 8.] Urim, & Tummím. Dispuesto esto, mandò tambien el mismo Dios, que esta sagrada vestidura, que este Racional, que contenia en sí la Doctrina, y la Verdad, fuera solamente destinada al Pontifice Aarón, para que él solo la pudiesse vestir: y que quando esto hiciesse, la colocara, no en otra parte, que en medio de su pecho, y sobre su mismo corazon: [al margén derecho: Exod. 28. 30.] Quæ erunt in pectore Aaròn, quando ingredietur coram Domino. El Hebreo dice: Portabit super cor suum.


 

Hasta aqui la admirable traza, y orden apretado de Dios. Passemos fundados en èl, á discurrir de esta manera: Si el Racional, que llevaba en sì escrita La Doctrina, y la Verdad: Doctrina, & Veritas, es aplicado, y destinado por el mismo Dios, no à otro, que al Sacerdote, y Pontifice Aaròn; para que este la colocàra, no en otra parte, que en medio de su pecho: Qua erunt in pectore Aaròn: y sobre su mismo corazon: Super cor suum; no siendo pues una parte, otra cosa, la que aqui se ofrece, que un Catecismo; mejor dirè: Un Racional, que no contiene otra cosa, sino La misma Doctrina, y La misma Verdad: esto es; La Doctrina Christiana, y la Verdad Catholica; que en sí encierra la suma del Evangelio, el compendio de la vida Christiana, y de toda perfeccion; y finalmente, el epilogo de aquellos tan secretos, è inscrutables arcanos, y mysterios, que algunos de ellos (dice San Pablo) [al margén izquierdo: Eph. 3. V. 10. Vide Cornel] fueron escondidos á las mas ilustradas Inteligencias de la Gloria: Ut innotescat principibus, & potestatibus, in cæelestibus, per Ecclesiammultiformis


 

sapientia Dei: siendo pues esto assi por una parte; y por otra V. S. Ilmá en todo rigor de verdad nuestro verdadero Sacerdote, y legitimo Pontifice, ò Arzobispo, tanto mas excelente, que Aaròn, [al margén derecho: Vide Corn.] quanto sin comparacion excede el Sacerdocio, y Pontificado de la Ley de Gracia al de la Ley Escrita; quien pues segun esto podrà dudar, sino que este Catecismo, Este Racional, Esta Doctrina, Esta Verdad no se puede à otro ofrecer, que â la dignissima, y en todo benemerita Persona de V. S. Ilmá; para que la coloque, no en otra parte, sino en medio de su zeloso pecho, sobre su noble, y abrassado corazon? [al margén derecho: Ex. 28. V. 30.] Pones in Rationali judicij Doctrinam, & Veritatem, quæ erunt in pectore Aaròn. Super cor suum.

Reciba pues V. S. Ilmâ este pequeño, pero sobre todo preciosissimo Dòn, este Racional obsequio, no ya que le franquea la gracia, sino que le adjudica la Justicia; y que con todo afecto, y rendimiento, le ofrece gustoso à V. S. Ilmà este su Gregoriano Colegio,


 

agradecido, y obligado à las ingenuas, singulares, y repetidas expressiones del afecto, y estimacion, que á V. S. Ilmà, sin merito alguno, le debe. Y conociendo este, que de ninguna manera puede satisfacer tan apreciables favores, confiessa por consequencia, que los quedarà siempre à deber â V. S. Ilmà; á quien confiado pide, y ruega, que si Aarón en las doze piedras, que adornaban el Racional, llevaba gravados los nombres de las doze Tribus de Israel: [al margén derecho: Ex. 28. V 29.] Portabitque Aaròn nomina filiorum Israel in Rationali judicij super pectus suum: para que le sirvieran de Memorial, con que de todos delante del Señor se acordàra: Memoriale coram Domino in æternum: sirva á V. S. Ilmà este Racional, que le ofrece el mismo Colegio, de Memorial perpetuo, para que V. S. Ilmá lo tenga siempre muy presente en su memoria, y mucho mas en su amante corazon; para que siempre de èl se acuerde delante del mismo Señor. Este por los años de nuestro deseo guarde, y con felicissimos aciertos en su Gobierno, en todo prospere la importante vida de V. S. Ilmá, para el consuelo, y alivio de todas sus Ovejas.

Ilmò Señor,

B. L. P. de V. S. Ilmà su menor Servidor, y mas afecto Capellan, que lo estima, y venera,

[Cruz]

IHS

Ignacio de Paredes.


 

EPIGRAMMA,

Quod quidam è nostra Societate Theologiæ Alumnus in Emeritissimi, ac Illustrissimi Mæcenatis laudem decantavit.

Dum gemit in prælis, Vigilis sub Præsulis umbrá, Hoc nimiùm multis utile, ridet Opus.

Nec miror: quoniam magno sub Principe gaudet; Qui lacrymis madidas abluit ipse genas.

DECIMA.

Aunque en las prensas gimiò

Esta tan util Doctrina,

Tan docta, tan peregrina,

Ni una lagryma vertiò;

Antes se regocijò:

Porque à la verdad no ignora,

(Lo que tiene por mejóra)

Estar bajó de un Pastor,

Que enjuga con tanto amor

Las lagrymas á el que llora.


 

APROBACION

DEL Dr. D. IGNACIO JOACHIN

Roldan Lopez Lazcano, Colegial, que fue en el Real, y mas Antiguo Colegio de San Ildefonso, Doctor en Sagrada Theologia por la Real, y Pontificia Universidad de esta Corte, Prebendado en la Insigne, y Real Colegiata de Nrá Srá Santa MARIA Virgen de Guadalupe.

EXCMÔ SEÑOR,

Luego que recibi el superior decreto de V. Exciá, para que diera mi parecer sobre la impression del Catecismo en el Idioma Mexicano, compuesto por el R. P. Ignacio Paredes, Religioso Professo de Quarto Voto de la Sagrada Compañia de JESUS, se llenò de especial jubilo el corazon; pues muchos dias hà, deseaba con ansia, el que saliera â luz obra tal util, e importante, assi à los miserables Indios, como à los Ministros Evangelicos: á estos, porque viviràn con el seguro, de que lograràn su trabajo, en repartirles â sus Ovejas el pasto de


 

la Celestial Doctrina, tan necessaria para su salvacion: á aquellos, porque recibiràn de sus Pastores los principales mysterios de nuestra Santa Fè, en modo tan suave, tan claro, tan propio, y tan proporcionado, que puedan dirigirlos. Porque, hablando con todo ingenuidad, asseguro â V. Exciâ, con no poca experiencia, que tengo; que aunque sepan de verbu ad verbum la Doctrina comprehendida en el nunca bastantemente alabado Catecismo de P. Geronymo de Ripalda; pero como no se hallere versados en la lengua Castellana, la hablan sì, pero no la entienden: y como, segun la misma Doctrina Christiana, no podemos cumplir los Divinos Preceptos, sin entenderlos, soy de dictamen, que no solamente es util, sino necessaria la impression de dicho Catecismo: (de todos, por la falta, que de èl havia, tan deseado) pues en èl reconozco una propiedad, una claridad, una eloquencia, y una abundancia de synonymos en el Idioma Mexicano, en tan alto grado, que no se halla en el mencionado P. Ripalda, punto theologico alguno, que no encuentre con toda claridad, y pureza traducido en el Mexicano Idioma. Por lo qual, hallandose esta Obra muy distante de tener cosa alguna opuesta á nuestra Santa Fè, buenas costumbres, y Regalias de S. Mag; puede V.


 

Exciá, siendo de su Superior agrado, conceder su licencia, para que se imprima. Este es mi parecer, salvo meliori, Guadalupe, y Diciembre 27 de 1757.

Dr. D. Ignacio Joachin Roldan

Lopez Lazcano.

Licencia del Superior Gobierno.

El Excmô Señor D. Augustin de Ahumada, y Villalon, Marqués de las Amarillas, Gentil-Hombre de la Camara de S. M. con entrada, Comendador de Reyna en la Orden de Santiago, Teniente General de los Reales Exercitos, Teniente Coronel de Reales Guardias de Infanteria Española, Gobernador Politico, y Militar de Barcelona, y su Partido, Comandante General interino de Cataluña, Virrey, Gobernador, y Capitan General de esta Nueva España, y Presidente de su Real Audiencia, y Chancilleria, &c, concedió su licencia para la impression de este Catecismo, visto al Parecer, que antecede, como consta por su Decreto de 23 de Dic. de 1757.


 

PARECER

Del P. Andres Xavier Garcia, Professo de la Campañia de Jesus.

Señor Provisor,

Obedeciendo al mandato de V. S. ha leido con bastante prolixidad, y cuidado el Catecismo, que el P. Geronymo de Ripalda compuso, y hà traducido del Castellano al Mexicano el P. Ignacio de Paredes; y he reconocido una suma elegancia, y propiedad en su traduccion; y tanto, que à quien estuviere versado en el Idioma Mexicano, à primera vista no le parecerà traduccion, sino parto primero de su Ingenio, assi por la abundancia de terminos, como por la naturaleza: de su phrasismo, propio, y characteristico del Idioma Mexicano, que resplandece en su Traductor. Y conociendo ser obra muy proficua â los Ministros del Santo Evangelio, y Señores


 

Curas de esta pobre, y desvalida Gente, soy de parecer, salga á publica luz, salvo meliori. Este es mi dictamen en este Colegio de San Gregorio de México, á 21 de Diciembre de 1757.

Señor Provisor,

B. L. M. de V. S. su mas afecto Servidor, y Capellan,

[Cruz]

IHS

Andres Xavier Garcia.

Licencia del Ordinario.

El Señor Doctor D. Francisco Xavier Gomez de Cervantes, Cathedratico Jubilado de Prima de Sagrados Canones, Consultor del Santo Tribunal de la Inquisicion, Canonigo de la Santa Iglesia Metropolitana, y Vicecancelario de la Real Universidad de esta Corte, Examinador Synodal, Juez Provisor, y Vicario General de este Arzobispado, &c, concediò su licencia para la impression de este Catecismo, visto el Parecer, que antecede; como consta por su Auto de 22 de Diciembre de 1757.

Rubricado de su Señoria.


 

Licencia de la Religion.

Augustin Carta, Provincial de la Compañia de JESUS de esta Provincia de Nueva-España, &c; por la facultad, y protestad, que para esto me es concedida de N. R. P. Luis Centurione, General de nuestra Compañia de JESUS; por la presente doy licencia al P. Ignacio Paredes, Professo de nuestra Compañia, para que pueda imprimir un Catecismo Mexicano, que contiene todo lo que cada Christiano debe saber, y entender; por averlo visto personas Doctas de nuestra Compañia, à quienes lo cometi, y no aver hallado cosa digna de cesura. En fé de lo qual dì esta firmada de mi nombre, sellada con el Sello de nuestra Compañia, y refrendada de mi Secretario en Mexico, à 5 de Diciembre de 1757.

[Cruz]

IHS

Augustin Carta.

Juan Miguel de Cartagena.

Secretario.


 

Razon de la Obra al Lector.

Aviendo por una parte advertido, que entre varias, puras, y elegantes Obras, que en el Idioma Mexicano dio para la comun utilidad el zelo de muchos Evangelicos Ministros, se echaba menos un Catecismo breve, y manual, semejante à el nuestro Castellano, que en pocas, y clarissimas palabras dice, y explica, quanto en el punto se puede desear; y viendo por otra parte, que muchos de los que podian con destreza meter à la obra la mano, la retiraban, huve con la ayuda del Señor de animarme, y de ceñirme para la empressa: de la qual, sí no poco me retrahìa lo prolixo, lo dificil, y laborioso de la Obra; por no tener à quien en el rumbo seguir, y ser muy dificultosa la genuina, y literal versión, ó traduccion de algunas voces Castellanas, de que carece el Idioma Mexicano, pero, esto no obstante, me alentò lo util, lo provechoso, y aun lo necessario, que esto avia de ser à la ruda, y necessitada


 

Gente de los Indios: los quales saldràn por este medio muchos dudas, ê ignorancias, y aun errores, que en esta materia vémos, y aun con las manos palpamos; y que son â la verdad muchas veces, la unica causa de muchos pecados; que siendo cometidos solamente por ignorancia, quitada esta, no se cometieran.

Determinado à la Obra, tuve por mejor, no ya hacer Catecismo nuevo, sino solamente traducir el Catecismo del P. Geronymo de Ripalda de nuestra Compañia, en claro, puro, y genuino Mexicano: assi por ser dicho Catecismo, el mejor, y mas adequado en la materia; y tanto, quanto publìca la universal aprobacion, y acceptacion de tan gran parte del Orbe Christiano, que lo usa; siendo esta Doctrina la primera leche racional, que gusta, desde los primeros assomos de la puericia, la razon; como porque con esto se consigue, que los que no estuvieren tan versados en el Idioma, teniendo en una mano el Catecismo Castellano, y el Mexicano en la otra, por lo que dice el uno, sacaràn lo que se


 

expressa en el otro: porque en la substancia sigo en todo, el methodo, el orden, y modo, aun de las palabras, del Castellano, que voy traduciendo en el Mexicano: â el qual añado otras platicas, ò utilissimas, ò del todo necessarias à todo Christiano: las quales, con todo lo demás, que encierra este Catecismo, se hallarán en el Indice, que con toda individualidad, al fin de èl se pone. Y con lo dicho quizà se conseguirà, lo que fuera convenientissimo; y es: que en todas partes se usára solamente de este Catecismo Mexicano; como en todas solamente se usa del Castellano; y se quitára la variedad, que ay, aunque no en la substancia, en el modo, de otras Doctrinas: para que en todo se verificara el dicho de San Pablo, que todo lo reduce à la unidad: [al margén izquierdo: Ad Ephef. 4. V. 5.) Unus Deus, una fides, unum baptisma: Un dios, una Fè, un Bautismo. Y pudieramos añadir: Una Doctrina, un Catecismo: porque con esto se quita toda ocasion de errar á los que son de corto alcance, como los Indios; à quienes qualquiera cosa los hace dudar, reparar, y aun tropezar.


 

Dixe, que traducia en la substancia el Catecismo Castellano: porque si se huviera de copiar al pie de la letra, y aun lo material de sus palabras, quien ignora, sino que saliera la versión del todo imperfecta, insulsa, y al gusto de los inteligentes la mas desabrida, y reprobada? Porque teniendo cada Idioma su propio dialecto, rithmo, colocacion, y cadencia, lo que es elegancia, y phrase propia en el uno, fuera impropiedad, y aun barbarismo en el otro. Por lo qual, aconseja el Sesudo Poeta Horacio al Traductor, que es su version, no tanto atienda â las palabras del original, quanto â lo que por las palabras se intenta decir: [al margén izquierdo: De Art. Poet] Nec verbum uerbo curabis reddere fidus … Interpres. Fuera de esto, añado rara vez, ya una, ù otra palabra; ya una, ù otra pregunta, que no trae el Catecismo, y que và señalada, al principio de ella, en esta forma [imagen como asterisco], para que se conozca; quando para la mayor claridad lo juzgo necessario, en aquellos puntos, que los Indios no suelen tan facilmente entender; y en que se suelen equivocar. De proposito


 

tambien omito algunos Reverenciales, y Synalephas, de que usa mucho esta Lengua; assi para la mayor claridad del vocablo, que se suele con otro confundir; como por la variedad, que en esto suele haver. Acerca de lo qual, cada uno seguirà, ô lo que mejor le pareciere, ò lo que en el Lugar, en que se hallare, mas se acostumbrare: por que es cierto, que una misma Lengua, de un modo se habla en un Lugar; y en otro, de otro. El accento de los Saltillos, que no son tan sabidos, se señala en la misma forma, que lo tiene la primera letra de esta voz: âci, la qual tiene saltillo en la â. El accento de los agudos, como es la e de los vocativos se señala assi è. V. G. Nopiltzinè, Noteotzinè. En lo demás sigo la Ortographia mas practicada de los Autores, assi en el Castellano, como en el Mexicano.

Y acerca de lo dicho debo advertir, que todo lo tocante al Idioma, contenido en este Catecismo, he sacado, como de pura fuente, de los mas antiguos, mas classicos, y mas eminentes Autores, que fueron en realidad


 

los Cicerones, los Curcios, y Tacitos de esta eloquentissima Lengua, de que nos dejaron admirables Libros, ya impressos, ya manuscritos; de que algunos se conservan en este Gregoriano Colegio. De estos Autores, unos fueron Indios Caziques, capaces, literatos, y muy inteligentes en la Lengua, que les era natural, y nativa; y otros Españoles, que de estos desde la Conquista, con toda prolixidad, estudio, y cuidado la aprendieron, y por medio de las Artes, que compusieron, en la forma, que aqui seguimos, y la practican los mejores Mexicanos, à otros la enseñaron; de manera, que no ay vocablo, construccion, ò modo de hablar en este Catecismo, que no lo pueda yo mostrar en dichos Autores. Y sirva esto de alguna satisfacion, â quien por ventura no se conformare en algo de lo que aquí leyere, por seguir otras reglas, ú opinion; que quisiera Yo à la verdad saber, en que Autor antiguo, genuino, y classico se pueda fundar; por ser esta la Regla, que en todo Idioma se debe seguir. Pero sea lo que fuere, siga enhorabuena cada uno su


 

propia opinion; pero no condene la agena: [al margén derecho: Rom. 14. V. 5.] Unusquisque in suo sensu abundet: y con uno, ò con otro modo de hablar, procuremos todos ayudar con veras á esta ruda, ignorante, y necessitada Gente, que pide con ansia nuestro socorro. Esto es lo que acerca de la material, por ser en el methodo, y aligacion á la versión, nueva, la primera, y dogmatica, se me há ofrecido advertir.

O, y quiera aquella purissima Fuente de luces, aquel eterno Padre de misericordias, que hace nacer su fulgentissimo Sol sobre buenos, y malos: Qui Solem suum oriri facit super bonos, & malos: y que embia su benefica lluvia de Justos, y pecadores: [al margén derecho: Matt. 5. V. 45.] Et pluit super justos, & injustos: O, y plegue aquella Deiforme Virgen, y Guadalupana Señora nuestra, y especial Madre de estos miserables: O, y finalmente nos otorgue aquel Inclyto Apostol de las Indias, aquel prodigioso Thaumaturgo, celebre en todo el Orbe por sus portentos, San Francisco Xavier; quien, como Vaso purissimo de Santidad, lleno de oleo de la charidad, fue


 

escogido por Dios para difundir su divina luz en los dos Mundos enteros, que con su predicacion ilustrò: [al margén izquierdo: Act. 9. 15.] Vas electionis est mihi iste, ut portet nome meum coram gentibus: y que como ligera, y volante Nube derramò estas saludables aguas en un millon, y trecientas mil Almas, q^ á Dios convirtió: [al margén izquierdo: Isai. 60. V. 8.]  Qui sunt isti, qui ut nubes uolant? llamando á sus Indios, y demàs à Dios convertidos. Las delicias de su abrassado corazon: quieran (digo) que todo ce da á la mayor gloria del mismo Dios, y su Smá Madre; y en honra del mismo Santo Apostol, por cuyo amor, y servicio tomè agradecido à sus favores este pequeño trabajo, que en muestra de mi gratitud reverente le tributo: que sirva tambien de alguna ayuda á los Porrochos, y demás Evangelicos Ministros: y finalmente al provecho, y utilidad de los pobres Indios: à los quales, ya que no vamos â visitar con nuestros passos, è instruirlos à todos con nuestra presencia, como nos exhorta Isaìas, hablando, segun algunos, con esta despreciada Gente: [al margén izquierdo: Isaí. 18. V. 2.] Ite Angeli ueloces ad gentum conuulsam, & dilaceratam ::: ad gemtem expectantem, & conculcatam, & c; al menos los ilustremos por medio de esta Doctrina; que como clarissima luz alumbra, y dà entendimiento à los mas pequeños: [al margén derecho: Ps. 118. V. 130.] Declaratio sermonum tuorum illuminat, & intellectum dat parvulis: y como penetrante Rayo convierte à los mas endurecidos, y dá sabiduria á los mas humildes, y á los mas abatidos: [al margén derecho: Ps. 18. V. 8.] Lex Domini immaculata conuertens animas: testimonium Domini fidele sapientiam preæstans paruulis. [al margén derecho: 2 Cor. 3. 18.] Para que assi passemos todos de una luz á otra luz: A claritate in claritatem: y en la luz de la gracia veamos la eterna, inextinguible, y beatissima luz de nuestra gloria: [al margén derecho: Ps. 35. V. 10.] Et in lumine tuo uidebimus lumen. Y â esto unicamente se endereza este corto afan, y este pequeño trabajo, que por el afecto, con que lo he tomado, espero, que serà en las aras de la misericordia de Dios acceptable, y à los ojos de mi benevolo Lector algo agradable.


 

PROLOGO, CONQUE SE exhorta, y se persuade à los Indios, à que lean, y aprendan este Catecismo Mexicano.

Tlâtolpeuhcayotl, Ic nônotzalô, ihuan yolehualô in Mexîcatlacâ, in Macehualtin, inic camapohuazque, ihuan quimomachtizque inin Mexîcanemachtiloni.

Ye anquimomachiltiâ, Notlaçômahuizpilhuané, ca in yeyuh otlacauh, otlaçôtic inItetlaocolicayollotzin in Toteotzin, ihuan Totlâtocatzin Dios, inic amechmotlanextililiz ica in itlahuilzin, ica in iocotzin, ihuan ica in ineltococatzin; ic yehuatzin amechmononquâquixtili, ihuan amechmopêpenili, inic intech amechmopohuiliz in Itlaneltocacatzitzihuan, ihuan in Itlaçotlapêpenaltzitzihuan, in quemmanian in Ilhuicatl îtic cemîcàc quimottilizque, ihuan quimocencuiltonôtzinozque: ca nelli, ca melahuac, ca huel huei amomamal, ihuan amonahuatil omochiuh, inic mochi ica in amoyollo anquimoneltoquitizque, ihuan anquimotlaçôtilizque in cannoyehuatzin in Totlâtocatzin Dios. Auh çanyenoihui amohueinahuatil omochiuh, inic anquitequipanozque, ihuan anquimonemiliztizque in ixquich in nepapan qualli, in nepapan yectli, in itech ompohui in ihuellamachtilocatzin, ihuan in itequipanolocatzin in Totecuiyotzin Dios.

Auh in axcan, Nopilhuanè, matel amîtic xontemocan, ma amoyollocaltitlan amoma xoconcalaquican, ximocuitihuetzican, ihuan maxinechilhuican: Quemmach amehuantin anhuelitizque in izquitlamantliin anquichihuazque, îhuan anquitequipanozque, intlacâmo anquimati, ihuan ancácicacequi? Quenami anhuelitizque anquimonemiliztizque ihuan anquicxitocazque in nepapan qualli, in nepapan yectli, intlacâmo anquimatî, catli in qualli; catli in âmo qualli? Auh ipampain ô namechtecpanili, ihuan macehualcopa onamechcuepili, ihuan onamechîcuilhui in amomexîcatlâtolcopa yehuatlin Nemachtiloni, in itech onacticâ in izquitlamantli, in itech ompohui in cemixquich in Teotlaneltocani, Christianô Tlacatl, Noihuan nican îcuiliuhtimani in cecentlamantli in imelahualoca, in icacoca, in icaquiztica in Teotlâtolli, inic ancâxilizque, ihuan anquimelahuacamatizque, in çaço itla âmo ancâcicacaquî, ânoçe in itech ammoyoltzotzonâ, amomeyolloâ, ammoyolmâmalacachoâ, canoço ca in ixquich in Teotlâtolli huel chipahuacayotica, huel melahuacayotica nican cececniquizticâ, cecentlatlamantiticâ, inic âmo ancôhuicanextizque, ihuan inic çannīman ammocenyolpachihuitizque.

Auh çannoyuhqui nican motenehua, in quenamî tequaatequilo, inic anquimpalehuizque in Pipiltzitzintin, in ye miquizôhuiticate; ca ye miquiznequî; auh âyac monextia in Teopixqui, in quimoquaatequiliz. Zanyenoihui nican îcuiliuthtoc in tlatlatlauhtiliztli, ic ammocencahuazque, in âyamo antlaceliâ, ihuan ic anquimocnelilmachiltizque in Dios itetlaocolilitzin, in ye oantlacelique. Auh çatlatzonco nican omotlal in Tepiton Teotlâtolli, inic amotencopa anquimatizque, occencaye inîquac moyolcuititihui; ihuan ocquezquitlamantli, cenca mahuiztic quallachihuali, in huel tepalehuiloni, tlacnopilhuiloni, in anquitequipanozque, ihuan anquimonemiliztizq^. Canoço in izquitlamantliin huel itech ompohuiz in iqualnemiliz in Christiano.

Auh ipampain mochi ica in noyollo cenca huel namechtlatlauhtia, N. P. ma ipaltzinco in Iteoezotzin in Totemaquixticatzin Jesu-Christo, ihuan ipaltzinco in amoyolia, amanimas, ma cecemilhuitl, cecenyohual, ihuan yemochipa, xicamapohuacan, macxicmomachtican, ihuan ma miecpa xiccueptinemican inin Maxîcanemachtiloni: noihuan ma momotlae xiquin yollotican, xiquincaquitican, ihuan xiquimmachtican in amopilhuan, ihuan amochantlacâ. Auh inic amoyollo pachihuiz in itechpa inye onamechilhui, ma yecuel ximonacazquetzacan, ihuan xicyehuacaquican, in tlein huel yehuatzin in Totlâtocatzin Dios oquimmonomânahuitili in Israellacâ, quiniquac in ompa Tepeticpac Sinai huel achtopa oquimmomaquilli in Iteotenahuatilzin. Ca izcâ in Itlazomahuiztlâtoltzin: [al margén derecho: Deut 6. V. 7.] Eruntque verba hæc, quæ ego pracipio tibi hodiè in corde tuo, & narrabis ea filijs tuis, & meditaberis sedens in domo tuo, & ambulans in itinere, dormiens que, atque consurgens: & ligabis ea, quasi signum, in manu tua, erunique, & mouebuntur inter oculos tuos; scribesque ea in limine, & ostijs domus tua. Quitoznequi: Ca cemixquich in nonahuatil, in onimititzmacac, ca huel moyolloîtic tictlaliz, ihuan tiquincaquitiz in mopilhuan, ihuan ticnemiliz, inîquac tehuatica, ânozo iniquac tinênentinemi, zacho in monetecayan, in mocochizpan, ihuan in monehuayan, in ye otihualîzac. Auh inic mochipa mixco yez, ihuan mixtelolotica tiquittaz, ca momatitech tiquilpiz, ihuan in mocaltenco, ihuan mochan in icalaquian, ihuan in itech in itlatzacuillô tiquîcuiloz.

Yehuatlin, N. P. aquîmmolhuili, ihuan oquimmomamaltili in Totlâtocatzin Dios in Israellacâ: ihuan çanyenoihui yehuatzin techmomamaltilia, ihuan totech quimocahuilia yehuatlin in itlâtoltzin. Auh inipampa, N. P. mayuh ticchihuacan, ma yuh tictequipanocan, ihuan mayuh tictonemiliztican: inic nican Tlalticpac in Dios tictohuellamachtilizque, ihuan ticmaquixtizque in Toyolia, in Tonima; auh çatepan in Ilhuicatl îtic cemîcac ixpantzinco in Dios tipâpaquizque, titocuiltonozque, ihuan titocentlamachtizque. Ma yuh in Dios quimonequilti. Amèn.



[1] Manuscrito en la margén superior: Apocento nume[r]o 4 del Colegio de S[an] Xav[ie]r de Puebla

 

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