Catecismo
Mexicano, que contiene toda la Doctrina Christiana con todas sus Declaraciones:
en que el Ministro de Almas hallarà, lo que á estas debe enseñar: y estas hallarán
lo que, para salvarse, deben saber, creer, y observar.
Dispusolo
primeramente en Castellano el Padre Geronymo de Ripalda de la Compañia de
Jesus.
Y
despues para la comun utilidad de los Indios; y especialmente para alguna ayuda
de sus zelosos Ministros, clara, genuina, y literalmente lo traduxo del
Castellano, en el puro, y propio Idioma Mexicano.
El
Padre Ignacio de Paredes de la misma Compañia de Jesus.
Transcripción
e introducción: Isis Zempoalteca Chávez
Año
2012
Entre
la relación de importantes obras religiosas traducidas al idioma náhuatl, se halla
la que a continuación se presenta, conocida coloquialmente como el Catecismo
de Ripalda del jesuita Ignacio de
Paredes.
Fray
Gerónimo (Hieronymo) Martínez de Ripalda de la Compañía de Jesús, nació en
Teruel (reino de Aragón) en el año de 1535, se tiene registro que ingresó a temprana
edad a la Compañía de Jesús donde se destacó aún siendo novicio (a cargo del
P. Juan Suarez rector de la Casa Profesa de Valladolid), posteriormente desempeñó
importantes deberes a lo largo de su vida religiosa. En la Compañía, “tuvo a
su cargo las cátedras de filosofía y teología y fue rector de la Universidad
de Salamanca, se distinguió como orador sagrado” y siendo rector del Colegio
de Villagracia fue encarcelado por la Inquisición en 1587 junto a otros padres
de la orden por acusaciones heréticas y “apostatado de nuestra fe católica”
pero absuelto al poco tiempo [...]. Murió en Toledo en ese mismo año (de 1618)
a los 82 años de edad, sin que haya podido imaginar la gran difusión que tendría
su catecismo más allá de los mares y a través de los tiempos.[1]
Miembro
de la orden jesuita célebre por la redacción de su Doctrina Christina y exposición breve de la Doctrina Cristiana en el
año de 1591, de la cual se derivaron hasta la actualidad cientos de ediciones en
diversos países tanto en castellano como en otros idiomas, ejemplos son las versiones
hasta hoy conocidas y registradas[2]
en: vasco, catalán, italiano, portugués y francés, además en diversos idiomas
americanos y filipinos entre los que se encuentran: zapoteco nexitza (Oaxaca), mixteco
(Puebla-Oaxaca-Guerrero), lengua bisaya (Manila), amezquita, yucateco (Yucatán),
gaddan (Manila), castellano-chamorro (Islas Marias), Tambobong. […], castellano-aymará
(La Paz), tarasco (Michoacán), náhuatl (México central), entre otros. Por lo
que a más de 400 años se ha seguido reeditando tan valioso libro para la instrucción
de la fe católica en diversos países conquistados por la hueste cristiana hispana
y posterior a la independencia de ella.
De
las numerosas versiones que probablemente se habrán redactado en lengua mexicana
durante la época colonial y posterior a ella y que se conservan hasta la actualidad
se conocen dos traducciones completas al náhuatl del Catecismo
de Ripalda en el área central de México, la primera redactada por P. Ignacio Paredes
y la segunda por Miguel Trinidad Palma y un fragmento de 10 páginas de autor anónimo[3].
La
primera traducción realizada en el año de 1758 bajo el auspicio de la Imprenta
de la Biblioteca de Mexicana de la ciudad de México (para esta transcripción se
utilizó un ejemplar del acervo de la Biblioteca Palafoxiana, de la ciudad de
Puebla) fue del Padre Ignacio de Paredes. Importante representante de la Compañía
de Jesús en el siglo XVIII, nacido en la actual ciudad de Libres (antigua población
de San Juan de los Llanos) Puebla el 20 de enero de 1703 “y cuando contaba con
diecinueve años de edad se hizo jesuita. Llegó a sobresalir en el conocimiento
y enseñanza del idioma mexicano, por lo cual, y por su celo en favor de los
indios, fue uno de sus más útiles ministros en el Colegio de San Gregorio en México”[4].
Fue rector del Colegio de San Andrés de la ciudad de México y como ya se mencionó
enseñó en el Colegio de San Gregorio de 1751 hasta su muerte en 1762. Además
del Catecismo Mexicano de Jerónimo Ripalda
del año anteriormente citado[5],
en su nutrida bibliografía se encuentran los siguientes títulos: Nican motenehua in quenami. Motempohuaz in Santissimo Rosario, año
de 1758;[6]
Promptuario
Manual Mexicano[7]
año de 1759;[8]
Compendio del Arte de la Lengua Mexicana del P. Horacio Carochi, dispuesto con
brevedad, claridad y propiedad por el P. Ignacio de Paredes año de 1759;[9]
Pláticas Mexicanas. Inic
etlamantli Temachtilli in itechpa in Itoca ihuan in imachiyo in
Christianotlacatl.[10] Además de algunos textos
utilizados en el Seminario de Guadalajara realizado por el P. Agustin de la Rosa[11]
en la segunda mitad del siglo XIX, entre los que destacan: “Análisis de la oración
dominical en mexicano y de la plática mexicana del padre jesuita Ignacio Paredes
sobre los misterios de la Encarnación del Verbo Divino” (1870-1880); Análisis
de la plática mexicana del P. jesuita Ignacio Paredes sobre la vida, pasión y
muerte de nuestro padre Jesucristo” (1871); “Análisis del ´salve´ en mexicano
y de la plática mexicana del p. jesuita Ignacio Paredes en la que explica quien
es Dios (1871),[12]
entre otros.
La
Doctrina Cristiana, también
denominada Catecismo de la Doctrina
Cristiana, redactada por Gerónimo de Ripalda se refiere al libro dirigido a
la impartición de la catequesis, de ahí el nombre común con el que se le
conoce “Catecismo del padre Ripalda”. María Adelina Arredondo López lo
define basándose en el principio del concepto general para definir al: “catecismo, proviene del latín catechismus,
que significa instruir, que a su vez proviene del griego kateechismo, que
puede traducirse como compendio sobre alguna rama del conocimiento y de katecheo,
que de manera más especifica significa instruir a través de un sistema de
preguntas y respuestas. En su acepción castellana se aplica a un texto que en
forma de preguntas y respuestas contiene la exposición sucinta sobre algún
tema. Su presentación en forma de diálogo entre el maestro y el alumno
facilitaba la enseñanza y el aprendizaje. Su origen deriva del método
utilizado por los primeros cristianos para adoctrinar a los aspirantes a la
nueva religión, a quienes llamaban catecúmenos, que a través del sistema de
catecismo difundían los principios de la nueva religión en pequeños grupos.
Luego se fueron copiando los rudimentos de la doctrina en pequeños legajos,
para transmitirse a distancia y en el tiempo. Estos escritos fueron desarrollándose
conforme fue progresando el cristianismo, y una vez consolidado como religión
dominante en Europa se fue diluyendo su uso.[13]
Pero
¿qué significa catecismo?, según la definición más corta y acertada se dice
que el “Catecismo es un género literario didáctico en forma de manual de instrucción
cristiana, preparada a base de preguntas y respuestas. Su aparición es tardía,
ya que se remonta hacia los siglos XV y XVI”[14],
lo que vendría a relacionarse con cuatro acontecimientos relevantes: la creación
de la imprenta, la Reforma y la Contrareforma, aunado a la conquista de nuevos pueblos
“carentes” de las enseñanzas cristianas que consistirían el suelo fértil
para el uso, reproducción y traducción de este género tan socorrido.
Parafraseando
a la doctora Arredondo López, investigadora del UPN del estado de Morelos, en su
texto El Catecismo de Ripalda, establece
que éste se divide en tres partes. “La primera está integrada por una especie de anexos para consulta. La segunda
parte por las oraciones básicas y los principios doctrinarios y la tercera constituye
el catecismo propiamente dicho, es decir el conjunto de preguntas y respuestas que
tiene por objeto la presentación de las oraciones y bases de la doctrina de una
manera didáctica”.[15]
Concluyendo sobre el contexto que influyó en la redacción del libro, el
“Concilio de Trento sirvió de base al jesuita Ripalda para elaborar su
catecismo, dirigido especialmente a la infancia, con el propósito de ser utilizado
a través de un adoctrinamiento sistemático más factible en las instituciones
escolares. De España se distribuyó a las colonias”. Y de su época sobrevivió
y traspasó el tiempo hasta épocas recientes.
La
versión realizada por el P. Paredes se integra de la siguiente manera, divida en
5 partes que a su vez están divididas en temas o actos. La primera parte corresponde
a las licencias y permisos necesarios y otorgados para su publicación de las autoridades
autorizadas en el tema; la segunda lo compone el prólogo del autor que
“exhorta, y se persuade à los Indios, à que lean, y aprendan este Catecismo
Mexicano”; la tercera: acerca de las fiestas de guardar, los ayunos y un calendario
de los santos a lo largo del año; la cuarta parte: la doctrina cristiana formada
por: el Padre Nuestro, el Ave María, el Credo, La Salve, Los Mandamientos de la
Ley de Dios, los Mandamientos de la Santa Iglesia, los Santos Sacramentos, Los
Artículos, Las Obras de Misericordia, Los Pecados Capitales, Las siete virtudes
contrarias a los siete vicios, Los Enemigos del Alma, Las Virtudes Teologales y
Cardinales, Las Potencias del Alma, los Sentidos Corporales, Los Dones del Espíritu
Santo, Los Frutos del Espíritu Sangto, Las ocho Bienaventuranzas, Los Dotes de
Gloria, Las cosas con que se perdona el Pecado Venial, Los Novisimos, La Confesión
General, del nombre y señal del cristiano, La declaración del Credo, la declaración
de los Artículos, la declaración del Padre Nuestro, la declaración del Ave
María, y La Salve, la declaración de los Mandamientos de la Ley de Dios, la declaración
de los Mandamientos de la Santa Iglesia, la declaración de los Sacramentos, la
declaración de las Obras de Misericordia, la declaración de los Enemigos del
Alma, la declaración del pecado original, venial, y mortal, la declaración de
las Virtudes Teologales, la declaración de las Potencias del Alma, la declaración
de los Sentidos Corporales, la declaración de los Dones del Espíritu Santo, del
examen de la conciencia y devociones al acostarse, y levantarse, sobre el Acto de
Contrición, modo de ayudar a misa, letanías de Nuestra Señora, salutación a
Nuestra Señora a los tres toques de la campana, varias
devociones, oración
al Santo Sudario; y quinta parte, como anexo una Doctrina Pequeña redactada por
el P. Bartolomé Castaño y al parecer traducida por el mismo Paredes, que contiene
los siguientes temas: sobre la preparación para antes de la comunión, modo de
bautizar en caso de necesidad y el Bendito.
En
esta edición se publican la primera parte y las siguientes en documentos
separados: La Introducción en español bajo el título de
CATECISMO_MEXICANO_PAREDES_Intro.rtf
y el texto náhuatl con el titulo de CATECISMO_MEXICANO_PAREDES.rtf.
En medio de la primera parte en español se encuentran algunas líneas escritas
en náhuatl. Esas frases se integraron también al inicio del texto en náhuatl.
[1] http://biblioweb.tic.unam.mx/diccionario/htm/articulos/sec_1.htm
[2] Palau y Dulcet, Antonio. Manual del Librero Hispanoamericano. Bibliografía General Española e Hispanoamericana desde la invención de la imprenta hasta nuestro tiempo con valor comercial de los impresos de scritos. Segunda edición, Barcelona: Librería Palau, 1965. 28v.
[3] Propiedad del profesor en lengua náhuatl, Ricardo Ramirez Xochitemol de la comunidad de San Miguel Xaltipa del municipio de Contla de Juan Cuamatzi, Tlaxcala, y que pudo ser consultada por la amabilidad que lo caracteriza, consta de un fragmento de 10 páginas en fotocopias, las cuales forman parte de un texto relativo a la enseñanza del idioma. La fotocopia muestra el gran deterioro del libro y se cree sea la razón por la que no conservaba la portada o contraportada con los datos referentes al autor o dato relativo al mismo. El librillo se integra de 32 paginas, divido en tres apartados: sobre la gramática de la lengua, el segundo la traducción del Catecismo y la tercera una serie de ejercicios cortos para “leer de corrido”. Aunque se carecen datos de su edición es posible situarlo por la tipografia y uso de caracteres, alrededor de fines del siglo XIX o principios del XX.
[4] Cordero y T. Enrique. Diccionario Biográfico de Puebla. Vol. 2. México: Centro de Estudios Históricos de Puebla, A. C. p. 516
[5] Biblioteca Palafoxiana. # 16989 FR. PAFX BV1534.2 R5. Catecismo mexicano, que contiene toda la doctrina christiana con todas sus declaraciones: en que el Ministro de almas hallará, lo que á estas debe enseña: y estas hallarán lo que, para salvarse deben saber, creer y observar. Dispusolo primeramente en castellano el padre Gerónimo de Ripalda de la Compañía de Jesus. Y despues para el comun utilidad de los indios; y especialmente para alguna ayuda de sus zelosos ministros, clara, genuina, y literalmente la traduxo del castellano, en el puro y propio idioma mexicano. El padre Ignacio de Paredes de la misma Compañía de Jesus y le añadió la Doctrina pequeña con otras cosas, a todos utilissimas, para la vida del christiano, que se hallarán en el índice, que está al fin de esta obra. México: Imprenta de la Biblioteca Mexicana, 1758, 170 p.
[6] (folleto explicativo de los ministerios del Santísimo Rosario está dedicado a la cofradía del pueblo de S. Bartolomé de Tequiziztlan. El Librito esta en mexicano y trata de los quince misterios del rosario según se rezan los diferentes días de la semana) México, en la Imprenta de la Real y más Antiguo Colegio de San Ildefonso, 1758, 16 p. en: León Portilla, Ascensión H. de. Tepuztlahcuilolli, impresos en náhuatl. Historia y Bibliografia. Tomo II. México: UNAM, 1988, p. 301.
[7] Nota importante, en el referido texto denominado Promptuario […] fray Ignacio de Paredes, realiza una serie de reflexiones a lo largo del mismo, refiriendo puntualmente a pasajes del Catecismo como punto de explicación para algunas de sus disertaciones religiosas.
[8] (Contiene cincuenta y dos pláticas en mexicano sobre temas religiosos, una para cada domingo del año. Al final incluye un Sermón sobre la Virgen de Guadalupe en el que se refiere la historia de su aparición. Interesante es el enfoque de estas pláticas destinadas a la conversión de las almas) México: Imprenta de la Biblioteca Mexicana, 1759, 23 hojas preliminares mas 180 p. en: Op. Cit. León Portilla, Ascensión H. de. p. 301
[9] (Resumen conciso de lo más sobresaliente expuesto por Carochi), México: Imprenta de la Biblioteca Mexicana, 1759, 12 hojas preliminares mas 202 p. Ibid.
[10] (Sin pie de imprenta, año ni paginación. Por la letra se puede fecha en el fechar en el siglo XIX, tercera plática acerca de los que significa el nombre y el modelo del hombre cristiano). Ibid.
[11] http://archive.org/details/analisisgramatic00rosa
[12] Barbara Cifuentes. Lenguas para un pasado, huellas de una nación. Los estudios sobre lenguas indígenas de México en el siglo XIX. México: INAH, 2002, p. 67
[13] http://biblioweb.tic.unam.mx/diccionario/htm/articulos/sec_1.htm
[14] Santidrian, Pedro R. Diccionario breve de pensadores cristianos. Navarra: Editorial Verbo Divino, 1991, p 105.
[15] Idem.
________________________________________
CATECISMO MEXICANO,
Que contiene toda la Doctrina Christiana con todas sus
Declaraciones: en que el Ministro de Almas hallarà, lo que á estas debe enseñar:
y estas hallarán lo que, para salvarse, deben saber, creer, y observar.
Dispusolo primeramente en Castellano
EL PADRE GERONYMO DE RIPALDA
de la Compañia de JESUS.
Y despues para la comun utilidad de los Indios; y
especialmente para alguna ayuda de sus zelosos Ministros, clara, genuina, y
literalmente lo traduxo del Castellano, en el puro, y propio Idioma Mexicano
EL PADRE IGNACIO DE PAREDES
de la
misma Compañia de Jesus.
Y le añadiò la Doctrina pequeña con otras cosas, à
todos utilissimas, para la vida del Christiano, que se hallarán en el Indice,
que está al fin de esta Obra. Y el mismo, no menos afectuoso, que reverente, y
rendido, lo dedica
AL ILMÔ SEÑOR
D. D. MANUEL JOSEPH
RUBIO, Y SALINAS,
Dignissimo Arzobispo de esta Diecesi de Mexico, del
Consejo de su Magestad, &c.
Con las licencias necessarias, y permisso de la
Congregacion de la Anunciata de S. Pedro, y S. Pablo, en Mexico, en la Imprenta
de la Bibliotheca Mexicana, enfrente de San Augustin.
Año de 1758
Qui ad justitiam erudiunt multos, fulgebunt quasi stellæ
in perpetuas æternitates. Dan. 13. V. 3.
Los
que enseñan, ê ínstruyen á otros para la Justicia, Virtud, y Santidad,
resplandeceràn, como estrellas del firmamento, en perpetuas eternidades.
Ite Angeli veloces ad gentem convulsam, &
dilaceratam: ad gentem expectantem, & conculcatam.
Isaí.
18. V. 2.
O
Legados de Dios, Ministros Evangelicos, como ligeros Angeles id con presteza á
alumbrar con la Fè de Christo, á aquella pobre Gente apartada de ella, de
todos despedazada, y hollada; y que con ansia espera para su salvacion, vuestro
socorro
CHRISTIANOYOTL[1]
MEXICANEMACHTILONI,
In
itech onactica, ihuan ontzauctica in Imelahualoca, ihuan in Icaquiztica in
izquitlamantli nepapan Teotlatolli, ihuan Teotemachtilli; in cemixquich in
Teotlaneltocani, in Christianô Tlacatl ca huel inahuatil, huei imamal, inic cacicamatiz,
quichicahuacaneltocaz, ihuan quitequipanoz, inic momaquixtiz.
Auh
yehuatlin Temachtilli oquimachtopateopanili Caxtillancopa in Toteopixcatatzin, Yêhuatzin
PADRE
GERONYMO DE RIPALDA
de la Compañia de Jesus.
Auh
quinçatepan in itech oquimocopinili, ihuan macehualcopa, Mexîcatlatolcopa,
oquimocuepili in Toteopixcatatzin, Yéhuatzin
PADRE
IGNACIO DE PAREDES,
de la Compañia de Jesus.
Auh
çanyeno nican îculiuhtoc
in Tepiton Teotlâtolli, ihuan in oc izquitlamantli quallachihualli, in
itech huel onmonequi in iyecnemiliz in Christiano.
Auh
çanno yehuatzin huei tetlaçotlaliztica, Temahuiztililiztica, ihuan
nepechtequiliztica, quimohuemmanililia in Cenquizcamahuiztililoni,
Cenquizcaixtililoni, in huei Teopixcatepachôcatzintli, Yéhuatzin in Mahuiztic Tlátoani,
D.
D. MANUEL JOSEPH RUBIO, Y SALINAS,
Teoyotica
Ichcapixcatzintli, çaçenca huel Tlacnopilhuiani Arzobispo, in iz Tlâtocayopan,
itocayocan Mexîco, moteyacanilia; ihuan ҫanyenoyuhqui in itech
ommopohuitia in Tlatocanenônotzaloyan, in ompa Castillan mantimani, &c.
In
nican Mexico omotepuzîcuilo in Tepuztlâcuiloloyan,
in Ixpan S. Agustin mantimani, ipan inin, in tichualtoca, Xihuitl 1758.
AL
ILMÔ SEÑOR
D.
D. MANUEL JOSEPH
RUBIO,
Y SALINAS,
Dignissimo
Arzobispo de esta Diecesi de Mexico, del Consejo de su Magestad, &c.
ILMÔ
SEÑOR:
Poco
tiene que trabajar, para buscar razones, el discurso: nada tiene que ponderar,
ô contrapesar motivos, para deliberar, el arbitrio, quando es en todo
necessaria la eleccion. Ofrezco, Señor, con el debido rendimiento, y cordial
afecto, en nombre de todo este Gregoriano Colegio, á V. S. Ilmà este Mexicano
Libro; tan pequeño, que ni aùn el nombre de Libro merece; pero por su materia
á la verdad tan precioso, que puede V. S. Ilmà colocarlo, ò como el diamante
mas
fino, en su pastoral anillo; ò como el pectoral mas glorioso, sobre su noble
pecho, ò finalmente, como corona de oro de su magestuosa Mitra, imitando V. S.
Ilmà en esto, ó al primero Pontifice, y Sumo Sacerdote Aaròn, quien aprendió
del mismo Dios á añadir con reales coronas á su Sacerdotal Mitra nuevo
esplendor: [al margén izquierdo: Ex. 39 V. 27 y Eccli. 45. 14] Fecerunt … mitras cum coronulis suis exbysso … Coronam auream super
mitram ejus: ô al Santo Job, cuyo mas vivo deseo fue, el ceñir à su
cabeza la corona de un Libro: [al margén izquierdo: Job. 31. 36] Librum
seribat ipse, qui judicat: ut in humero meo portem illum, & circumdem illum,
quasi coronam, mihí. Pero
esta eleccion en la dignissima persona de V. S. Ilmà es tan necessaria, è
indispensable, que en ella, ni tuvo que afanar la razon, ni que deliberar la
voluntad; dichosa en esta ocasion à la verdad: porque la necessidad, que tuvo,
para elegir, le quitó la contingencia de errar.
Quien
por ventura viere esto con algunos visos de lisonja, escuche atento la
verdadera, ê irrefragable razon,
en
que se funda, que por boca del mismo Dios tiene mucho de Racional;
y que toda se funda en este Racional.
Disponiendo y trazando por sì mismo este Señor las sagradas vestiduras, que
avia de vestir el primer Pontifice, y Sumo Sacerdote Aaròn, llegando â la mas
sacrosanta, que el mismo Dios llamò, Racional,
mandó á Moyses, que escribiera, y al vivo en él espressara estas dos
sacratissimas palabras, [al margén derecho: Exod. 28. 30.] Doctrina, y Verdad: Pones autê in Racionali judicij Doctrinam, &
Veritatem … Aptauit Rationali, in quo erat Doctrina, & Veritas. Y son
las que llamò el Hebreo, [al margén derecho: Lev. 8. 8.] Urim, & Tummím. Dispuesto esto, mandò tambien el mismo Dios,
que esta sagrada vestidura, que este Racional, que contenia en sí la Doctrina,
y la Verdad, fuera solamente destinada al Pontifice Aarón, para que él solo la
pudiesse vestir: y que quando esto hiciesse, la colocara, no en otra parte, que
en medio de su pecho, y sobre su mismo corazon: [al margén derecho: Exod. 28.
30.] Quæ erunt in pectore Aaròn,
quando ingredietur coram Domino. El Hebreo dice: Portabit
super cor suum.
Hasta
aqui la admirable traza, y orden apretado de Dios. Passemos fundados en èl, á
discurrir de esta manera: Si el Racional, que llevaba en sì escrita La Doctrina, y la Verdad: Doctrina, & Veritas, es aplicado, y
destinado por el mismo Dios, no à otro, que al Sacerdote, y Pontifice Aaròn;
para que este la colocàra, no en otra parte, que en medio de su pecho: Qua
erunt in pectore Aaròn: y sobre su mismo corazon:
Super cor suum; no siendo pues una parte, otra cosa, la que aqui se ofrece,
que un Catecismo; mejor dirè: Un Racional,
que no contiene otra cosa, sino La misma
Doctrina, y La misma Verdad: esto es; La Doctrina Christiana, y la Verdad
Catholica; que en sí encierra la suma del Evangelio, el compendio de la vida
Christiana, y de toda perfeccion; y finalmente, el epilogo de aquellos tan
secretos, è inscrutables arcanos, y mysterios, que algunos de ellos (dice San
Pablo) [al margén izquierdo: Eph. 3. V. 10. Vide Cornel] fueron escondidos á
las mas ilustradas Inteligencias de la Gloria: Ut innotescat principibus, & potestatibus, in cæelestibus, per
Ecclesiammultiformis
sapientia Dei: siendo pues esto assi por una parte; y por otra V. S.
Ilmá en todo rigor de verdad nuestro verdadero Sacerdote, y legitimo Pontifice,
ò Arzobispo, tanto mas excelente, que Aaròn, [al margén derecho: Vide Corn.]
quanto sin comparacion excede el Sacerdocio, y Pontificado de la Ley de Gracia
al de la Ley Escrita; quien pues segun esto podrà dudar, sino que este
Catecismo, Este Racional, Esta Doctrina,
Esta Verdad no se puede à otro ofrecer, que â la dignissima, y en todo
benemerita Persona de V. S. Ilmá; para que la coloque, no en otra parte, sino
en medio de su zeloso pecho, sobre su noble, y abrassado corazon? [al margén
derecho: Ex. 28. V. 30.] Pones in
Rationali judicij Doctrinam, & Veritatem, quæ erunt in pectore Aaròn. Super cor suum.
Reciba
pues V. S. Ilmâ este pequeño, pero sobre todo preciosissimo Dòn, este
Racional obsequio, no ya que le franquea la gracia, sino que le adjudica la
Justicia; y que con todo afecto, y rendimiento, le ofrece gustoso à V. S. Ilmà
este su Gregoriano Colegio,
agradecido,
y obligado à las ingenuas, singulares, y repetidas expressiones del afecto, y
estimacion, que á V. S. Ilmà, sin merito alguno, le debe. Y conociendo este,
que de ninguna manera puede satisfacer tan apreciables favores, confiessa por
consequencia, que los quedarà siempre à deber â V. S. Ilmà; á quien
confiado pide, y ruega, que si Aarón en las doze piedras, que adornaban el
Racional, llevaba gravados los nombres de las doze Tribus de Israel: [al margén
derecho: Ex. 28. V 29.] Portabitque Aaròn
nomina filiorum Israel in Rationali judicij super pectus suum: para que le
sirvieran de Memorial, con que de todos delante del Señor se acordàra: Memoriale
coram Domino in æternum: sirva á V. S. Ilmà este Racional, que le ofrece
el mismo Colegio, de Memorial perpetuo, para que V. S. Ilmá lo tenga siempre
muy presente en su memoria, y mucho mas en su amante corazon; para que siempre
de èl se acuerde delante del mismo Señor. Este por los años de nuestro deseo
guarde, y con felicissimos aciertos en su Gobierno, en todo prospere la
importante vida de V. S. Ilmá, para el consuelo, y alivio de todas sus Ovejas.
Ilmò
Señor,
B.
L. P. de V. S. Ilmà su menor Servidor, y mas afecto Capellan, que lo estima, y
venera,
[Cruz]
IHS
Ignacio
de Paredes.
EPIGRAMMA,
Quod quidam è nostra
Societate Theologiæ Alumnus in Emeritissimi, ac Illustrissimi Mæcenatis laudem
decantavit.
Dum gemit in prælis, Vigilis sub Præsulis umbrá, Hoc
nimiùm multis utile, ridet Opus.
Nec miror: quoniam magno sub Principe gaudet; Qui
lacrymis madidas abluit ipse genas.
DECIMA.
Aunque
en las prensas gimiò
Esta
tan util Doctrina,
Tan
docta, tan peregrina,
Ni
una lagryma vertiò;
Antes
se regocijò:
Porque
à la verdad no ignora,
(Lo
que tiene por mejóra)
Estar
bajó de un Pastor,
Que
enjuga con tanto amor
Las
lagrymas á el que llora.
APROBACION
DEL
Dr. D. IGNACIO JOACHIN
Roldan Lopez Lazcano, Colegial, que fue en el Real, y
mas Antiguo Colegio de San Ildefonso, Doctor en Sagrada Theologia por la Real, y
Pontificia Universidad de esta Corte, Prebendado en la Insigne, y Real Colegiata
de Nrá Srá Santa MARIA Virgen de Guadalupe.
EXCMÔ
SEÑOR,
Luego
que recibi el superior decreto de V. Exciá, para que diera mi parecer sobre la
impression del Catecismo en el Idioma Mexicano, compuesto por el R. P. Ignacio
Paredes, Religioso Professo de Quarto Voto de la Sagrada Compañia de JESUS, se
llenò de especial jubilo el corazon; pues muchos dias hà, deseaba con ansia,
el que saliera â luz obra tal util, e importante, assi à los miserables
Indios, como à los Ministros Evangelicos: á estos, porque viviràn con el
seguro, de que lograràn su trabajo, en repartirles â sus Ovejas el pasto de
la
Celestial Doctrina, tan necessaria para su salvacion: á aquellos, porque
recibiràn de sus Pastores los principales mysterios de nuestra Santa Fè, en
modo tan suave, tan claro, tan propio, y tan proporcionado, que puedan
dirigirlos. Porque, hablando con todo ingenuidad, asseguro â V. Exciâ, con no
poca experiencia, que tengo; que aunque sepan de verbu
ad verbum la Doctrina comprehendida en el nunca bastantemente alabado
Catecismo de P. Geronymo de Ripalda; pero como no se hallere versados en la
lengua Castellana, la hablan sì, pero no la entienden: y como, segun la misma
Doctrina Christiana, no podemos cumplir los Divinos Preceptos, sin entenderlos,
soy de dictamen, que no solamente es util, sino necessaria la impression de
dicho Catecismo: (de todos, por la falta, que de èl havia, tan deseado) pues en
èl reconozco una propiedad, una claridad, una eloquencia, y una abundancia de
synonymos en el Idioma Mexicano, en tan alto grado, que no se halla en el
mencionado P. Ripalda, punto theologico alguno, que no encuentre con toda
claridad, y pureza traducido en el Mexicano Idioma. Por lo qual, hallandose esta
Obra muy distante de tener cosa alguna opuesta á nuestra Santa Fè, buenas
costumbres, y Regalias de S. Mag; puede V.
Exciá,
siendo de su Superior agrado, conceder su licencia, para que se imprima. Este es
mi parecer, salvo meliori, Guadalupe,
y Diciembre 27 de 1757.
Dr.
D. Ignacio Joachin Roldan
Lopez
Lazcano.
Licencia
del Superior Gobierno.
El
Excmô Señor D. Augustin de Ahumada, y Villalon, Marqués de las Amarillas,
Gentil-Hombre de la Camara de S. M. con entrada, Comendador de Reyna en la Orden
de Santiago, Teniente General de los Reales Exercitos, Teniente Coronel de
Reales Guardias de Infanteria Española, Gobernador Politico, y Militar de
Barcelona, y su Partido, Comandante General interino de Cataluña, Virrey,
Gobernador, y Capitan General de esta Nueva España, y Presidente de su Real
Audiencia, y Chancilleria, &c, concedió su licencia para la impression de
este Catecismo, visto al Parecer, que antecede, como consta por su Decreto de 23
de Dic. de 1757.
PARECER
Del
P. Andres Xavier Garcia, Professo de la Campañia de Jesus.
Señor
Provisor,
Obedeciendo
al mandato de V. S. ha leido con bastante prolixidad, y cuidado el Catecismo,
que el P. Geronymo de Ripalda compuso, y hà traducido del Castellano al
Mexicano el P. Ignacio de Paredes; y he reconocido una suma elegancia, y
propiedad en su traduccion; y tanto, que à quien estuviere versado en el Idioma
Mexicano, à primera vista no le parecerà traduccion, sino parto primero de su
Ingenio, assi por la abundancia de terminos, como por la naturaleza: de su
phrasismo, propio, y characteristico del Idioma Mexicano, que resplandece en su
Traductor. Y conociendo ser obra muy proficua â los Ministros del Santo
Evangelio, y Señores
Curas
de esta pobre, y desvalida Gente, soy de parecer, salga á publica luz, salvo
meliori. Este es mi dictamen en este Colegio de San Gregorio de México, á
21 de Diciembre de 1757.
Señor
Provisor,
B.
L. M. de V. S. su mas afecto Servidor, y Capellan,
[Cruz]
IHS
Andres
Xavier Garcia.
Licencia
del Ordinario.
El
Señor Doctor D. Francisco Xavier Gomez de Cervantes, Cathedratico Jubilado de
Prima de Sagrados Canones, Consultor del Santo Tribunal de la Inquisicion,
Canonigo de la Santa Iglesia Metropolitana, y Vicecancelario de la Real
Universidad de esta Corte, Examinador Synodal, Juez Provisor, y Vicario General
de este Arzobispado, &c, concediò su licencia para la impression de este
Catecismo, visto el Parecer, que antecede; como consta por su Auto de 22 de
Diciembre de 1757.
Rubricado
de su Señoria.
Licencia
de la Religion.
Augustin
Carta, Provincial de la Compañia de JESUS de esta Provincia de Nueva-España,
&c; por la facultad, y protestad, que para esto me es concedida de N. R. P.
Luis Centurione, General de nuestra Compañia de JESUS; por la presente doy
licencia al P. Ignacio Paredes, Professo de nuestra Compañia, para que pueda
imprimir un Catecismo Mexicano, que contiene todo lo que cada Christiano debe
saber, y entender; por averlo visto personas Doctas de nuestra Compañia, à
quienes lo cometi, y no aver hallado cosa digna de cesura. En fé de lo qual dì
esta firmada de mi nombre, sellada con el Sello de nuestra Compañia, y
refrendada de mi Secretario en Mexico, à 5 de Diciembre de 1757.
[Cruz]
IHS
Augustin
Carta.
Juan
Miguel de Cartagena.
Secretario.
Razon
de la Obra al Lector.
Aviendo
por una parte advertido, que entre varias, puras, y elegantes Obras, que en el
Idioma Mexicano dio para la comun utilidad el zelo de muchos Evangelicos
Ministros, se echaba menos un Catecismo breve, y manual, semejante à el nuestro
Castellano, que en pocas, y clarissimas palabras dice, y explica, quanto en el
punto se puede desear; y viendo por otra parte, que muchos de los que podian con
destreza meter à la obra la mano, la retiraban, huve con la ayuda del Señor de
animarme, y de ceñirme para la empressa: de la qual, sí no poco me retrahìa
lo prolixo, lo dificil, y laborioso de la Obra; por no tener à quien en el
rumbo seguir, y ser muy dificultosa la genuina, y literal versión, ó
traduccion de algunas voces Castellanas, de que carece el Idioma Mexicano, pero,
esto no obstante, me alentò lo util, lo provechoso, y aun lo necessario, que
esto avia de ser à la ruda, y necessitada
Gente
de los Indios: los quales saldràn por este medio muchos dudas, ê ignorancias,
y aun errores, que en esta materia vémos, y aun con las manos palpamos; y que
son â la verdad muchas veces, la unica causa de muchos pecados; que siendo
cometidos solamente por ignorancia, quitada esta, no se cometieran.
Determinado
à la Obra, tuve por mejor, no ya hacer Catecismo nuevo, sino solamente traducir
el Catecismo del P. Geronymo de Ripalda de nuestra Compañia, en claro, puro, y
genuino Mexicano: assi por ser dicho Catecismo, el mejor, y mas adequado en la
materia; y tanto, quanto publìca la universal aprobacion, y acceptacion de tan
gran parte del Orbe Christiano, que lo usa; siendo esta Doctrina la primera
leche racional, que gusta, desde los primeros assomos de la puericia, la razon;
como porque con esto se consigue, que los que no estuvieren tan versados en el
Idioma, teniendo en una mano el Catecismo Castellano, y el Mexicano en la otra,
por lo que dice el uno, sacaràn lo que se
expressa
en el otro: porque en la substancia sigo en todo, el methodo, el orden, y modo,
aun de las palabras, del Castellano, que voy traduciendo en el Mexicano: â el
qual añado otras platicas, ò utilissimas, ò del todo necessarias à todo
Christiano: las quales, con todo lo demás, que encierra este Catecismo, se
hallarán en el Indice, que con toda individualidad, al fin de èl se pone. Y
con lo dicho quizà se conseguirà, lo que fuera convenientissimo; y es: que en
todas partes se usára solamente de este Catecismo Mexicano; como en todas
solamente se usa del Castellano; y se quitára la variedad, que ay, aunque no en
la substancia, en el modo, de otras Doctrinas: para que en todo se verificara el
dicho de San Pablo, que todo lo reduce à la unidad: [al margén izquierdo: Ad
Ephef. 4. V. 5.) Unus Deus, una fides,
unum baptisma: Un dios, una Fè, un Bautismo. Y pudieramos añadir: Una
Doctrina, un Catecismo: porque con esto se quita toda ocasion de errar á los
que son de corto alcance, como los Indios; à quienes qualquiera cosa los hace
dudar, reparar, y aun tropezar.
Dixe,
que traducia en la substancia el Catecismo Castellano: porque si se huviera de
copiar al pie de la letra, y aun lo material de sus palabras, quien ignora, sino
que saliera la versión del todo imperfecta, insulsa, y al gusto de los
inteligentes la mas desabrida, y reprobada? Porque teniendo cada Idioma su
propio dialecto, rithmo, colocacion, y cadencia, lo que es elegancia, y phrase
propia en el uno, fuera impropiedad, y aun barbarismo en el otro. Por lo qual,
aconseja el Sesudo Poeta Horacio al Traductor, que es su version, no tanto
atienda â las palabras del original, quanto â lo que por las palabras se
intenta decir: [al margén izquierdo: De Art. Poet] Nec
verbum uerbo curabis reddere fidus … Interpres. Fuera de esto, añado rara
vez, ya una, ù otra palabra; ya una, ù otra pregunta, que no trae el
Catecismo, y que và señalada, al principio de ella, en esta forma [imagen como
asterisco], para que se conozca; quando para la mayor claridad lo juzgo
necessario, en aquellos puntos, que los Indios no suelen tan facilmente
entender; y en que se suelen equivocar. De proposito
tambien
omito algunos Reverenciales, y Synalephas, de que usa mucho esta Lengua; assi
para la mayor claridad del vocablo, que se suele con otro confundir; como por la
variedad, que en esto suele haver. Acerca de lo qual, cada uno seguirà, ô lo
que mejor le pareciere, ò lo que en el Lugar, en que se hallare, mas se
acostumbrare: por que es cierto, que una misma Lengua, de un modo se habla en un
Lugar; y en otro, de otro. El accento de los Saltillos, que no son tan sabidos,
se señala en la misma forma, que lo tiene la primera letra de esta voz:
âci, la qual tiene saltillo en la â. El accento de los agudos, como es la e de los vocativos se señala assi è. V. G. Nopiltzinè,
Noteotzinè. En lo demás sigo la Ortographia mas practicada de los Autores,
assi en el Castellano, como en el Mexicano.
Y
acerca de lo dicho debo advertir, que todo lo tocante al Idioma, contenido en
este Catecismo, he sacado, como de pura fuente, de los mas antiguos, mas
classicos, y mas eminentes Autores, que fueron en realidad
los
Cicerones, los Curcios, y Tacitos de esta eloquentissima Lengua, de que nos
dejaron admirables Libros, ya impressos, ya manuscritos; de que algunos se
conservan en este Gregoriano Colegio. De estos Autores, unos fueron Indios
Caziques, capaces, literatos, y muy inteligentes en la Lengua, que les era
natural, y nativa; y otros Españoles, que de estos desde la Conquista, con toda
prolixidad, estudio, y cuidado la aprendieron, y por medio de las Artes, que
compusieron, en la forma, que aqui seguimos, y la practican los mejores
Mexicanos, à otros la enseñaron; de manera, que no ay vocablo, construccion,
ò modo de hablar en este Catecismo, que no lo pueda yo mostrar en dichos
Autores. Y sirva esto de alguna satisfacion, â quien por ventura no se
conformare en algo de lo que aquí leyere, por seguir otras reglas, ú opinion;
que quisiera Yo à la verdad saber, en que Autor antiguo, genuino, y classico se
pueda fundar; por ser esta la Regla, que en todo Idioma se debe seguir. Pero sea
lo que fuere, siga enhorabuena cada uno su
propia
opinion; pero no condene la agena: [al margén derecho: Rom. 14. V. 5.] Unusquisque
in suo sensu abundet: y con uno, ò con otro modo de hablar, procuremos
todos ayudar con veras á esta ruda, ignorante, y necessitada Gente, que pide
con ansia nuestro socorro. Esto es lo que acerca de la material, por ser en el
methodo, y aligacion á la versión, nueva, la primera, y dogmatica, se me há
ofrecido advertir.
O,
y quiera aquella purissima Fuente de luces, aquel eterno Padre de misericordias,
que hace nacer su fulgentissimo Sol sobre buenos, y malos: Qui Solem suum oriri facit super bonos, & malos: y que embia su
benefica lluvia de Justos, y pecadores: [al margén derecho: Matt. 5. V. 45.] Et
pluit super justos, & injustos: O, y plegue aquella Deiforme Virgen, y
Guadalupana Señora nuestra, y especial Madre de estos miserables: O, y
finalmente nos otorgue aquel Inclyto Apostol de las Indias, aquel prodigioso
Thaumaturgo, celebre en todo el Orbe por sus portentos, San Francisco Xavier;
quien, como Vaso purissimo de Santidad, lleno de oleo de la charidad, fue
escogido
por Dios para difundir su divina luz en los dos Mundos enteros, que con su
predicacion ilustrò: [al margén izquierdo: Act. 9. 15.] Vas electionis est mihi iste, ut portet nome meum coram gentibus: y
que como ligera, y volante Nube derramò estas saludables aguas en un millon, y
trecientas mil Almas, q^ á Dios convirtió: [al margén izquierdo: Isai. 60. V.
8.] Qui
sunt isti, qui ut nubes uolant? llamando á sus Indios, y demàs à Dios
convertidos. Las delicias de su abrassado corazon: quieran (digo) que todo ce da
á la mayor gloria del mismo Dios, y su Smá Madre; y en honra del mismo Santo
Apostol, por cuyo amor, y servicio tomè agradecido à sus favores este pequeño
trabajo, que en muestra de mi gratitud reverente le tributo: que sirva tambien
de alguna ayuda á los Porrochos, y demás Evangelicos
Ministros: y finalmente al provecho, y utilidad de los pobres Indios: à los
quales, ya que no vamos â visitar con nuestros passos, è instruirlos à todos
con nuestra presencia, como nos exhorta Isaìas, hablando, segun algunos, con
esta despreciada Gente: [al margén izquierdo: Isaí. 18. V. 2.] Ite
Angeli ueloces ad gentum conuulsam, &
dilaceratam ::: ad gemtem expectantem, & conculcatam, & c; al menos
los ilustremos por medio de esta Doctrina; que como clarissima luz alumbra, y dà
entendimiento à los mas pequeños: [al margén derecho: Ps. 118. V. 130.]
Declaratio sermonum tuorum illuminat, & intellectum dat parvulis: y como
penetrante Rayo convierte à los mas endurecidos, y dá sabiduria á los mas
humildes, y á los mas abatidos: [al margén derecho: Ps. 18. V. 8.] Lex
Domini immaculata conuertens animas: testimonium Domini fidele sapientiam preæstans
paruulis. [al margén derecho: 2 Cor. 3. 18.] Para que assi passemos todos
de una luz á otra luz: A claritate in
claritatem: y en la luz de la gracia veamos la eterna, inextinguible, y
beatissima luz de nuestra gloria: [al margén derecho: Ps. 35. V. 10.]
Et in lumine tuo uidebimus lumen. Y â esto unicamente se endereza este
corto afan, y este pequeño trabajo, que por el afecto, con que lo he tomado,
espero, que serà en las aras de la misericordia de Dios acceptable, y à los
ojos de mi benevolo Lector algo agradable.
PROLOGO,
CONQUE SE exhorta, y se persuade à los Indios, à que lean, y aprendan este
Catecismo Mexicano.
Tlâtolpeuhcayotl,
Ic nônotzalô, ihuan yolehualô in Mexîcatlacâ, in Macehualtin, inic
camapohuazque, ihuan quimomachtizque inin Mexîcanemachtiloni.
Ye
anquimomachiltiâ, Notlaçômahuizpilhuané, ca in yeyuh otlacauh, otlaçôtic
inItetlaocolicayollotzin in Toteotzin, ihuan Totlâtocatzin Dios, inic
amechmotlanextililiz ica in itlahuilzin, ica in iocotzin, ihuan ica in
ineltococatzin; ic yehuatzin amechmononquâquixtili, ihuan amechmopêpenili,
inic intech amechmopohuiliz in Itlaneltocacatzitzihuan, ihuan in Itlaçotlapêpenaltzitzihuan,
in quemmanian in Ilhuicatl îtic cemîcàc quimottilizque, ihuan quimocencuiltonôtzinozque:
ca nelli, ca melahuac, ca huel huei amomamal, ihuan amonahuatil omochiuh, inic
mochi ica in amoyollo anquimoneltoquitizque, ihuan anquimotlaçôtilizque in
cannoyehuatzin in Totlâtocatzin Dios. Auh çanyenoihui amohueinahuatil
omochiuh, inic anquitequipanozque, ihuan anquimonemiliztizque in ixquich in
nepapan qualli, in nepapan yectli, in itech ompohui in ihuellamachtilocatzin,
ihuan in itequipanolocatzin in Totecuiyotzin Dios.
Auh
in axcan, Nopilhuanè, matel amîtic xontemocan, ma amoyollocaltitlan amoma
xoconcalaquican, ximocuitihuetzican, ihuan maxinechilhuican: Quemmach amehuantin
anhuelitizque in izquitlamantliin anquichihuazque, îhuan anquitequipanozque,
intlacâmo anquimati, ihuan ancácicacequi? Quenami anhuelitizque
anquimonemiliztizque ihuan anquicxitocazque in nepapan qualli, in nepapan
yectli, intlacâmo anquimatî, catli in qualli; catli in âmo qualli? Auh
ipampain ô namechtecpanili, ihuan macehualcopa onamechcuepili, ihuan onamechîcuilhui
in amomexîcatlâtolcopa yehuatlin Nemachtiloni, in itech onacticâ in
izquitlamantli, in itech ompohui in cemixquich in Teotlaneltocani, Christianô
Tlacatl, Noihuan nican îcuiliuhtimani in cecentlamantli in imelahualoca, in
icacoca, in icaquiztica in Teotlâtolli, inic ancâxilizque, ihuan
anquimelahuacamatizque, in çaço itla âmo ancâcicacaquî, ânoçe in itech
ammoyoltzotzonâ, amomeyolloâ, ammoyolmâmalacachoâ, canoço ca in ixquich in
Teotlâtolli huel chipahuacayotica, huel melahuacayotica nican cececniquizticâ,
cecentlatlamantiticâ, inic âmo ancôhuicanextizque, ihuan inic çannīman
ammocenyolpachihuitizque.
Auh
çannoyuhqui nican motenehua, in quenamî tequaatequilo, inic anquimpalehuizque
in Pipiltzitzintin, in ye miquizôhuiticate; ca ye miquiznequî; auh âyac
monextia in Teopixqui, in quimoquaatequiliz. Zanyenoihui nican îcuiliuthtoc in
tlatlatlauhtiliztli, ic ammocencahuazque, in âyamo antlaceliâ, ihuan ic
anquimocnelilmachiltizque in Dios itetlaocolilitzin, in ye oantlacelique. Auh çatlatzonco
nican omotlal in Tepiton Teotlâtolli, inic amotencopa anquimatizque, occencaye
inîquac moyolcuititihui; ihuan ocquezquitlamantli, cenca mahuiztic
quallachihuali, in huel tepalehuiloni, tlacnopilhuiloni, in anquitequipanozque,
ihuan anquimonemiliztizq^. Canoço in izquitlamantliin huel itech ompohuiz in
iqualnemiliz in Christiano.
Auh
ipampain mochi ica in noyollo cenca huel namechtlatlauhtia, N. P. ma ipaltzinco
in Iteoezotzin in Totemaquixticatzin Jesu-Christo, ihuan ipaltzinco in amoyolia,
amanimas, ma cecemilhuitl, cecenyohual, ihuan yemochipa, xicamapohuacan,
macxicmomachtican, ihuan ma miecpa xiccueptinemican inin Maxîcanemachtiloni:
noihuan ma momotlae xiquin yollotican, xiquincaquitican, ihuan xiquimmachtican
in amopilhuan, ihuan amochantlacâ. Auh inic amoyollo pachihuiz in itechpa inye
onamechilhui, ma yecuel ximonacazquetzacan, ihuan xicyehuacaquican, in tlein
huel yehuatzin in Totlâtocatzin Dios oquimmonomânahuitili in Israellacâ,
quiniquac in ompa Tepeticpac Sinai huel achtopa oquimmomaquilli in
Iteotenahuatilzin. Ca izcâ in Itlazomahuiztlâtoltzin: [al margén derecho:
Deut 6. V. 7.] Eruntque verba hæc, quæ
ego pracipio tibi hodiè in corde tuo, & narrabis ea filijs tuis, &
meditaberis sedens in domo tuo, & ambulans in itinere, dormiens que, atque
consurgens: & ligabis ea, quasi signum, in manu tua, erunique, &
mouebuntur inter oculos tuos; scribesque ea in limine, & ostijs domus tua. Quitoznequi:
Ca cemixquich in nonahuatil, in onimititzmacac, ca huel moyolloîtic tictlaliz,
ihuan tiquincaquitiz in mopilhuan, ihuan ticnemiliz, inîquac tehuatica, ânozo
iniquac tinênentinemi, zacho in monetecayan, in mocochizpan, ihuan in
monehuayan, in ye otihualîzac. Auh inic mochipa mixco yez, ihuan mixtelolotica
tiquittaz, ca momatitech tiquilpiz, ihuan in mocaltenco, ihuan mochan in
icalaquian, ihuan in itech in itlatzacuillô tiquîcuiloz.
Yehuatlin,
N. P. aquîmmolhuili, ihuan oquimmomamaltili in Totlâtocatzin Dios in Israellacâ:
ihuan çanyenoihui yehuatzin techmomamaltilia, ihuan totech quimocahuilia
yehuatlin in itlâtoltzin. Auh inipampa, N. P. mayuh ticchihuacan, ma yuh
tictequipanocan, ihuan mayuh tictonemiliztican: inic nican Tlalticpac in Dios
tictohuellamachtilizque, ihuan ticmaquixtizque in Toyolia, in Tonima; auh çatepan
in Ilhuicatl îtic cemîcac ixpantzinco in Dios tipâpaquizque,
titocuiltonozque, ihuan titocentlamachtizque. Ma yuh in Dios quimonequilti. Amèn.