Mi propósito, cuando emprendí la traducción del Dictionnaire caraïbe-français del Padre Raymond Breton, era dar a conocer un documento antiguo, casi único, sobre la lengua de los Callínago, hablada en las Antillas Menores al iniciar la colonización. Este diccionario es testimonio de la única lengua de las Antillas hablada hasta principios del siglo XX por los "Caribes" de La Dominica y en parte hablada por los Garínagu que viven hoy día a lo largo de la Costa Atlántica, desde Belice hasta Nicaragua, sin olvidar su reciente emigración a Estados Unidos. Aporta su propia luz sobre los contactos de lenguas -caribes y arahuacas- que convivían en las Antillas, entre las cuales también se encuentra la lengua de los Taino.
El diccionario del Padre Breton asemeja más bien a un diccionario enciclopédico ya que nos da a conocer, además de la lengua, la fauna, la flora -con el uso específico de cada planta y cada objeto-, las costumbres y la vida de los Callínago en esos tiempos remotos.
Y para propiciar un lazo entre Callínago y Garínagu y borrar la distancia temporal, me atreví a ilustrar con un cuadro de Benjamin Nicholas: "Processing Cassava to make bread" la descripción del Padre Breton:
Además, cómo no poner en paralelo el relato del Padre Breton y la explicación del proceso de preparación del cazabe hoy en día, y cómo no percatarnos de la evolución de ciertas palabras:
"El ibíse es el colador hecho con gónvere para tamizar la yuca después de rallarla y después de haberla sacado del rugúma. La culebras todavía se hacen allá por Tocamacho. Primero se ralla la yuca con el égi 'rallador de piedritas', en el bóulu que es la batea donde se prepara la yuca. Luego se usa el síbi síbi para colar la harina sobre el budári y se pega la harina con el baísuve 'dale al casabe', luego se da vuelta al casabe con el gáraru y cuando está cocido ya está el eréba. Después de colar la yuca, con lo que queda se hace el híyu, (lo que no se ha podido raspar), se deja fermentar dos días..."